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Griñán buscará el tú a tú con Rajoy

El presidente andaluz ensayará para recuperar terreno la rentable oposición que hicieron Chaves, Ibarra y Bono contra Aznar

ÁNGEL MUNÁRRIZ

Como presidente de la Junta, el discurso de José Antonio Griñán ha tenido como eje la defensa del Estado del bienestar frente al embate de los mercados. El secretario general del PSOE andaluz se volcó durante la campaña en contraponer su modelo, con un presupuesto para 2012 que reduce la partida de obras públicas para no tocar los gastos sociales, al de las comunidades del PP, partido al que Griñán acusa de abrir la puerta a la privatización de la educación y la sanidad.

El 20-N evidencia el fracaso electoral de ese discurso, compartido por Alfredo Pérez Rubalcaba. 'En Castilla-La Mancha o Catalunya los recortes no han penalizado, al contrario. Por desgracia, muchos creen ya que deben elegir entre tener derechos o empleo', lamenta un dirigente del PSOE andaluz. ¿Enarbolando entonces qué bandera puede Griñán afrontar la campaña de las autonómicas de marzo, donde el PSOE se juega su último reducto de poder regional, sin contar Euskadi?

El PSOE confía en que la crisis mine a Rajoy antes de las elecciones

La respuesta obliga a mirar hacia la Moncloa. Concretamente hacia quien será su inquilino. El presidente andaluz y candidato del PSOE en las autonómicas ha empezado a buscar, y lo seguirá haciendo hasta marzo, el cuerpo a cuerpo con Mariano Rajoy.

'Le vamos a pedir que nos ayude con el paro. Que no se esconda y asuma responsabilidades. Ya no pueden culpar de todo a Zapatero', apunta el mismo dirigente. La receta es simple: apretar a Rajoy, en la confianza de que de aquí a marzo comience a desgastarse, manteniendo el discurso de defensa de lo público y combinándolo con apelaciones a 'la Galia socialista' para movilizar a los dormidos.

Griñán pretende convertir Andalucía en la Galia socialista amenazada por el PP

El propio Griñán, principal barón del partido tras la debacle de las autonómicas y municipales y luego de las generales, no oculta sus cartas. En su intervención de ayer, no hizo ni una mención a su rival, Javier Arenas, pero sí varias a Rajoy, al que le adelantó su plan de oposición. 'Salario mínimo', 'seguridad laboral', 'libertad sindical', 'educación universal, pública, gratuita y de calidad', 'defensa de la sanidad pública', 'envejecimiento activo', 'dependencia', fue mencionando Griñán. 'En defensa de ese modelo social, nos tendrá a su lado. Si lo ataca estaremos en contra', advirtió.

El PSOE acude a las urnas en Andalucía con varios lastres. Al deterioro de la marca PSOE se suman el caso ERE y, sobre todo, el millón largo de parados, dato con el que Arenas martillea a placer y que protagonizará la campaña. Con Zapatero en la Moncloa y Griñán en San Telmo, este no tenía escapatoria. Ahora quiere que el PP asuma su parte. Y no sólo, como hasta ahora, recordando que el paro ha crecido en mayor porcentaje en Valencia que en Andalucía, sino intentando implicar a Rajoy.

Exige al nuevo Gobierno 800 millones para la creación de empleo

Una ejemplo de esta estrategia: el Parlamento, en su pleno de la semana pasada, el primero tras las elecciones, aprobó con la mayoría absoluta del PSOE una proposición no de ley que insta al Gobierno a invertir 800 millones en un plan de empleo para parados de la construcción. La iniciativa obligó a Arenas y los suyos a ponerse de perfil. No podían votar que no, porque sería rechazar una inversión en Andalucía, ni que sí, porque sería apretar al jefe. Incluso abstenerse les pareció mojarse mucho.

Así que decidieron no ejercer su derecho al voto, rareza parlamentaria a la que recurren ante las iniciativas del PSOE que creen diseñadas para fastidiarles. 'No pedimos a Rajoy nada que no pidiéramos a Zapatero, que con sus Planes E invirtió mucho más que eso en empleo en Andalucía', afirmó ayer Griñán, que también está esperando a Rajoy con reclamaciones sobre la gestión del Guadalquivir asunto que emocionalmente está ligado al andalucismo, la financiación de la Ley de Dependencia, la fórmula para fijar el límite de endeudamiento o la materialización de los 1.504 millones que quedan por ejecutar en Andalucía.

El PSOE confía en que se cumpla lo que apuntan algunos politólogos, según los cuales en las autonómicas los socialistas podrían beneficiarse de la desaparición del impacto del voto de castigo a Zapatero de las municipales y las generales.

En cuanto a la búsqueda del cuerpo a cuerpo con Rajoy, la referencia es la labor de oposición a José María Aznar que hicieron Manuel Chaves, José Bono y Juan Carlos Rodríguez Ibarra desde Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura, respectivamente, y que probó su eficacia electoral en los tres antiguos feudos socialistas. El problema del PSOE ahora es de tiempo. ¿Cuánto desgaste puede acumular Rajoy hasta finales de marzo?

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