El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, volvió a esbozar su optimismo en el futuro durante su comparecencia ante la prensa para hacer balance del curso político antes de que empiecen las vacaciones.

El presidente resumió los primeros seis meses del año con una frase: 'Ha sido un semestre de grandes dificultades, pero de intensidad actividad del Gobierno'. 'Hemos aprobado 38 leyes, 11 decretos-leyes y más de 20 de planes sectoriales', presumió ante los periodistas para transmitir la idea de que el ejecutivo lucha con todos sus medios contra la crisis.

En ese sentido, Zapatero transmitió un mensaje de esperanza y aseguró que España está en 'un momento crucial', en un momento de grandes reformas económicas, educativas y sociales que auguran un futuro mejor porque ayudarán a salir de la crisis y harán un país 'más fuerte'.

'Lo que hagamos en los próximos dos años va a decidir el bienestar de España para los próximos 20', dijo Zapatero, para quien entre esas reformas, la laboral es importantísima. 'La reforma laboral se ha hecho para evitar despidos', dijo ante las críticas de aquellos que le acusan de centrarse en el despido y de abaratarlo.

Eso sí, siguió reclamando esfuerzos y sacrificios para cumplir los objetivos fijados de déficit público (6% en 2011 y 3% en 2012) y anunció que los Presupuestos de 2011 serán 'restrictivos y austeros', con una reducción media del gasto del 15% en todos los departamentos minsiteriales. 

'Esta salida a la crisis la tenemos que ganar para los más jóvenes', aseguró Zapatero con un tono solemne. Fue cuando habló del paro, la cara más visible de la crisis y la que más nos aleja de los países de Europa, según el propio presidente. Aquí Zapatero reiteró el compromiso del Gobierno con los desempleados y confirmó la prórroga de otros seis meses de los 426 euros a los parados de larga duración.

Zapatero recalcó que el gran reto de la sociedad española es reducir el paro. Admitió  las carencias de los servicios públicos de empleo para propiciar apoyo a los empleados, favorecer la empleabilidad o gestionar con más eficacia la intermediación y la formación, y por eso insisitió en la necesidad de estos 'cambios significativos' que se van a acometer en el sistema.

También indicó que el Ejecutivo acometerá una 'reforma en profundidad' de las políticas activas de empleo, porque los servicios públicos de colocación están lejos de lo que deseamos como país'.

Ya en el turno de preguntas, a Zapatero le preguntaron por la decisión del Parlament de Catalunya de prohibir los toros en ese territorio. Zapatero se mostró prudente en su respuesta aunque en ella lanzó su primer misil al PP: 'Hay que ser respetuoso con la decisión. Una comunidad autónoma con las competencias en esa materia transferidas ha tomado una decisión. Se puede discrepar, pero lo que no se puede es politizar todo. Desde luego el Gobierno no lo va a hacer'.

También le preguntaron por otro tema candente: la candidatura o no de Tomás Gómez a la presidencia de la Comunidad de Madrid. No dijo ni palabra, como tampoco dijo nada sobre si se va a presentar de nuevo en 2012: 'Eso se sabrá el año que viene'.

ETA fue otra cuestión que no eludió y quiso dejar claro que el Gobierno no está lanzando guiños a la banda terrorista con la política penitenciaria con los recientes traslados de etarras. 'ETA sólo tiene un camino: dejar las armas y no esperar nada a cambio'. Sobre la política penitenciaria aseguró que el Gobierno aplica 'la misma que se lleva aplicando desde hace años en democracia'. Lo que sí reclamó es que la política antiterrorista no vuelva a ser objeto de disputa en el debate político.