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Un hombre armado toma a dos rehenes en un bar

El secuestrador retuvo durante más de tres horas al dueño del local y a un amigo

D. BARCALA

Un hombre que llevaba un arma con balas de fogueo retuvo ayer durante tres horas y media a dos hombres en el interior de un bar del distrito de Puente de Vallecas, en Madrid. A las diez y media de la noche, y después de conversar con los negociadores de la Policía, el secuestrador depuso su actitud. El hombre liberó a los rehenes, que salieron ilesos, y a continuación fue detenido por los agentes del Grupo Especial de Operaciones (Geo) de la Policía Nacional.

Los hechos comenzaron poco antes de las siete de la tarde, cuando el detenido entró en el Bar Tomás con la intención de atracarlo. En ese momento, toda la clientela estaba en la terraza. El dueño del bar, Tomás Carmona, de 43 años, se percató de las intenciones del ladrón y, al acercarse a él, este le encañonó y le empujó hacia dentro del local junto a un amigo de Tomás, de 24 años, que también fue tomado como rehén. Uno de los hijos del dueño del local, que estaba ayudando ayer a su padre, intentó entrar en el bar después de que lo hiciera el atracador, pero su padre le gritó: '¡Vete, vete corriendo y llama a la policía!'.

El chico, que también se llama Tomás y tiene 18 años, salió corriendo y avisó de lo sucedido a su madre, Paqui Antolín, de 40 años. La mujer es la copropietaria del local, y ayer explicó que su marido es 'muy conocido en el barrio' y sugirió que quizás el atracador había preferido tenerle dentro con él para 'dar más bombo a su actuación'. Este hostelero tiene otro bar más en la zona de Vallecas, muy cerca del local del suceso, y que lleva abierto varios años . Sobre los motivos que habían llevado al hombre a atrincherarse en el bar, el hijo de Tomás afirmó: 'Yo no me creo lo que pide'. No pudo precisar más porque la policía se lo llevó. Fuentes de la investigación señalaron que el secuestrador había pedido un vehículo para escapar y 'un chaleco con chapas metálicas' (refiriéndose quizás a un chaleco antibalas).

Durante el secuestro se vivieron momentos de mucha tensión e incluso dos familiares de los secuestrados, uno de ellos la propia Paqui, sufrieron sendas crisis de ansiedad. Los problemas médicos del dueño del bar también trascendieron.'Tomás Carmona sufre una enfermedad', señaló un policía, antes de que se solucionase el secuestro. Algunos vecinos afirmaron que el hombre sufre gota.

Su mujer estuvo en todo momento pendiente con los médicos del Samur por si el secuestro se prolongaba y su marido necesitaba medicinas. Paqui esplicó además que normalmente es ella la que regenta el bar junto a una de sus hijas. 'Pero he salido a hacer unas compras y por eso se ha quedado mi marido al frente', contó la mujer.

En total, hasta el lugar de los hechos se desplazaron seis unidades del Samur y cuatro unidades del Summa, una UVI móvil, dos vehículos de intervención rápida y una ambulancia.'Los rehenes han salido bien, pero con ansiedad y algún arañazo, también presentan golpes en el tórax y el cuello', explicó un portavoz del Samur al término del suceso. Los dos liberados fueron trasladados hasta el hospital Gregorio Marañón de Madrid.

La calle y las aledañas donde se produjo el suceso estuvo acordonada y controlada por la policía. Durante la retención, el secuestrador obligó a los rehenes a desnudarse, e incluso la policía llegó a preguntar a Paqui por el color de los calzoncillos de su marido. 'Cuando me lo han preguntado ni me lo creía', señaló la mujer. En el momento de la liberación, los dos secuestrados salieron sin la camiseta. Y detrás de ellos, los Geo salieron con el secuestrador, un hombre de aspecto corpulento, el pelo rapado y varios tatuajes de estética militar. El secuestrador, que salió semidesnudo y esposado, fue derivado a la Brigada policial. La liberación fue recibida por un fuerte aplauso de los vecinos que se habían congregado expectantes en la zona.

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