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Los hombres que no debatieron en el debate a seis

Mikel Arana (Ezker Anitza-IU) y Aitor Urresti (Equo) luchan por que su falta de recursos y su ausencia en los medios públicos no impidan que sus propuestas lleguen a los vascos

IÑIGO ADURIZ

Son las 13.30 y en el Arenal bilbaíno, justo en frente del Teatro Arriaga, el candidato a lehendakari de Ezker Anitza-IU, Mikel Arana, se enciende un pitillo tras conversar durante algo más de una hora con un colectivo que denuncia irregularidades en las percepciones de la Renta de Garantía de Ingresos que concede el Gobierno vasco. Se le pregunta por el encuentro y responde. 'Es ya el tercero'. Por la mañana había mantenido una charla digital en la web de un conocido periódico estatal y, después, había realizado una visita a un colectivo que lucha por la inclusión social. Por la tarde, viajaba a Vitoria a un encuentro con militantes.

El mismo escenario, pero cuatro horas más tarde. En la puerta del teatro de la capital vizcaína aguarda Aitor Urresti, candidato de Equo para la lehendakaritza. Antes de su encuentro con Público, él ha impartido seis horas de clase de ingeniería térmica en la Universidad del País Vasco, ha mantenido una reunión de organización de la campaña y también ha visitado al colectivo con el que se había reunido Arana por la mañana. Después, su intención era viajar hasta Vitoria para participar en un pintxo-pote (cada vez más popular salida por los bares que ofrecen ofertas de bebida más pincho) junto a Juantxo López de Uralde, para dar a conocer su proyecto en la ciudad alavesa.

Así es como se enfrentan a una única jornada de campaña dos de los candidatos a lehendakari que el miércoles por la noche no pudieron participar en el debate a seis entre los aspirantes de las formaciones que sí lograron representación parlamentaria en las pasadas elecciones vascas. En el caso de Equo, por ser la primera vez que concurre a unos comicios, y en el de Ezker Anitza-IU, porque su escindida Ezker Batua -formación heredera del sector de Javier Madrazo, y que no reconoce IU federal- recibe los fondos y los privilegios de ser una fuerza parlamentaria, por orden judicial.

La legislación electoral, que les deja sin recursos públicos ni espacios en los medios de comunicación de la administración, les obliga a agudizar su ingenio en campaña y, sobre todo, a redoblar sus esfuerzos por conseguir el contacto con los ciudadanos en las calles. 'La falta de recursos nos hace que seamos más imaginativos', reconoce Arana en un austero despacho de la sede de IU en Bilbao que, según reconoce, ayuda a pagar con su propio sueldo de parlamentario. Y cita Ezker Brothers, el video (ver aquí) que han elaborado algunos militantes y que ha tenido su relevancia en las redes sociales.

Urresti, por su parte, frunce el ceño cuando afirma que lo que más le molesta de su falta de recursos es que a los 'grandes' se les dé la oportunidad de contar con medios y dinero, 'y se dediquen a decir tonterías' y a 'tirarse puñaladas'.  'Necesitamos propuestas concretas'. La austeriY, tras comprobar que es posible hacer otro tipo de campaña, emplaza a los demás a hacer 'autocrítica' por el incesante gasto en campaña en épocas de crisis. 'Incluso Bildu que va de alternativo hace el mismo gasto excesivo', lamenta.

Cuando se desplazan entre las tres provincias vascas, tanto Arana como Urresti lo hacen en sus propios vehículos. Incluso el segundo trata de viajar por Euskadi en autobús cuando así se lo permiten los horarios y las frecuencias. 'Conduzco yo, que es mi coche', insiste el líder de Ezker Anitza-IU, 'incluso cuando viene [el coordinador federal de IU] Cayo [Lara], nos desplazamos en mi coche'.

También es particular la manera de financiarse de ambas formaciones. 'Equo no puede pedir créditos a los bancos', recuerda con orgullo Urresti, que recalca que todo el dinero (unos 25.000 euros) que se van a gastar en la campaña provienen 'exclusivamente' de las donaciones. En el caso de Ezker Anitza-IU, la culpa de la falta de recursos tiene que ver, también, con la disputa con Ezker Batua, anterior denominación del partido que reconocía IU federal, y que mantiene el sector de Madrazo. Porque es esta última la que disfruta de  la asignación correspondiente por haber logrado representación en los comicios anteriores, a pesar de que el propio Arana haya sido diputado en el Parlamento de Vitoria por esas siglas.

Las propuestas de uno y otro candidato coinciden en la búsqueda de una mayor justicia social. Durante el camino que separa el Arenal de la sede Ezker Anitza-IU, en la calle Hurtado de Amezaga, Arana explica su programa bajo un paraguas que le protege del incesante sirimiri que cae sobre Bilbao. Las cuestiones más organizativas e internas el dirigente izquierdista las relata sin mayor dedicación, pero las que tienen que ver con iniciativas y proyectos las detalla y concreta.

Y el mayor énfasis lo realiza cuando anuncia un plan de empleo 'real', insiste, 'real', de manera que los Presupuestos del Gobierno vasco asignen una partida 'específica' a este fin, y no que lo haga cada departamento. Aboga, además, por dejar de situar el cumplimiento de déficit como prioridad absoluta de todas las administraciones porque, reconoce, 'la deuda es impagable', y anuncia que luchará por instaurar una fiscalidad más progresiva. Arana arremete contra el aún lehendakari, Patxi López, por entender que 'parece el líder de la oposición' cuando propone ahora iniciativas que no ha llevado a cabo durante la legislatura.

Urresti desglosa sus propuestas en una conocida cafetería del Casco Viejo. Sin poder disimular la ilusión y, en ocasiones, abrumado por la responsabilidad, el candidato de Equo explica que sus prioridades tienen dos vertientes. Por un lado, la búsqueda de la 'regeneración democrática' a través de la búsqueda de 'puntos de comunicación entre los ciudadanos y el Parlamento', pero también haciendo públicas las agendas de los cargos públicas, o permitiendo que se revoque de sus cargos a aquellos que no cumplan con lo prometido. Por otro, la transformación de la economía en clave ecológica, creando, además, 80.000 puestos de trabajos verdes.

Ambos quieren huir del debate sobre la independencia, que ha centrado gran parte de la campaña vasca, sobre todo después del fervor soberanista en Catalunya. Pero se mojan cuando se les pregunta. Arana aboga por un federalismo de libre asociación y Urresti, por iniciar un 'debate amplio' en la sociedad que culmine en un proceso constituyente. Aunque prefieren esperar para hablar de pactos, ninguno de ellos ve mal configurar un gran acuerdo entre las fuerzas de izquierda -entre las que incluye a PSE y Bildu- para garantizar las prestaciones sociales.

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