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Iglesias, un barón para apaciguar a los barones

El presidente de Aragón sustituirá a Pajín como nuevo secretario de organización del PSOE

G. LÓPEZ ALBA

Un barón cercano al presidente del Gobierno para aplacar a los barones y preservar la cohesión interna.Marcelino Iglesias, secretario general de los socialistas de Aragón y presidente de esta comunidad autónoma, será a partir del sábado, por elección de José Luis Rodríguez Zapatero, el nuevo secretario de organización del PSOE equivalente al número tres en la jerarquía interna, en sustitución de Leire Pajín.

La labor de Iglesias se centrará en la coordinación política entre el Gobierno y el partido, que se considera decisiva en el horizonte de las elecciones municipales y autonómicas de 2011. De él se espera no sólo que evite episodios de división como el que afloró con las declaraciones de Barreda, sino también que apuntale la cohesión interna si se cumple el pronóstico de un severo revés en los comicios de mayo.

La coordinación entre el partido y el Gobierno será su tarea prioritaria

Zapatero, al confirmar que el sábado propondrá al comité federal el nombramiento de Iglesias, subrayó el 'amplísimo consenso' que concita dentro del PSOE el dirigente aragonés. 'Su manera de hacer las cosas y su trayectoria tienen un reconocimiento unánime en el PSOE', destacó. Y agregó que su elección entraña también 'un mensaje al conjunto del partido: los mejores están al frente del Gobierno y del partido, procurando que sean personas que tiene un gran consenso, como Marcelino Iglesias'.

El líder del PSOE aragonés desempeñó la presidencia en el congreso del PSOE del año 2000 en el que resultó elegido secretario general Zapatero. Aunque entonces no apoyó su candidatura, durante esta década han entablado una relación de mutua complicidad y reconocimiento, que es compartido por la práctica totalidad de la organización.

Iglesias asumió a finales de los años 90 la dirección de un PSOE hundido por los episodios de corrupción y división interna y lo devolvió al gobierno aragonés en 1999. Siendo con tres legislaturas el presidente autonómico más antiguo junto con el asturiano Álvarez Areces, que le gana por unos días y que tampoco volverá a presentarse, en 2008 anunció su intención de no optar a un cuarto mandato.

Compaginará el cargo hasta agotar su mandato en Aragón

Cuando, el 26 de septiembre, Zapatero se desplazó a Zaragoza para lanzar a Eva Almunia como sucesora de Iglesias, el presidente le dijo en público que no pensaba dejar que se jubilara de la política. En privado le hizo otra insinuación: 'Cuento contigo para otras cosas'. El lunes, en el Palacio de la Moncloa, le concretó qué 'otras cosas' eran.

Aunque sus cometidos concretos están por determinar más allá de las líneas generales reseñadas, en la dirección federal del PSOE se daba ayer por seguro que las tareas cotidianas de organización recaerán en Pilar Alegría, que ya las venía desempeñando como vocal con Leire Pajín, de manera similar a lo que hacía Óscar López con José Blanco. También está por concretar quién ejercerá las tareas ordinarias de portavoz de la ejecutiva, aunque algunas fuentes apuntaban a que esta responsabilidad podría recaer en Elena Valenciano, al menos hasta mayo, ya que Iglesias agotará su mandato como presidente de Aragón.

El temor a la pérdida de cohesión fomentó el relevo de Pajín

En sus primeras declaraciones tras confirmarse su nuevo cometido, Marcelino Iglesias declaró que el PSOE afronta 'un momento nuevo' ante el que todos deben 'ponerse las pilas'. 'Estamos en un momento muy apasionante y de mucho trabajo, y me hace mucha ilusión la propuesta. Yo les aseguro que esta nueva etapa del PSOE va en serio', señaló.

La reacción a su nombramiento fue de satisfacción generalizada en todas las federaciones del partido y, según distintas fuentes, ha contado con el apoyo de José Blanco, Leire Pajín y Alfredo Pérez Rubalcaba.

Iglesias no sólo cuenta con el aval de su gestión de partido y de Gobierno, sino que tiene reconocida su capacidad de fraguar consensos y, al mismo tiempo, autonomía de criterio. Él mismo definió su estilo de trabajo como 'el estilo de tomar mucho café', un método que le ha permitido gobernar en Aragón durante tres legislaturas sin tener mayoría absoluta.

El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, destacó de él que se trata de 'una persona excepcional, buena'. 'A estas alturas del curso, la calidad humana de la gente es absolutamente fundamental y Marcelino es muy buen tipo y está siendo muy buen presidente de Aragón', declaró sobre su compañero.

Guillermo Fernández Vara, presidente de la Junta de Extremadura, señaló que Marcelino iglesias 'tiene una práctica unanimidad de apoyo en el partido' y se trata de alguien que 'ha crecido de manera espectacular a lo largo de su vida política'.

Gaspar Zarrías, secretario de Política Autonómica de la ejecutiva del PSOE, destacó que Iglesias 'conoce el partido, pero también lo que se cuece fuera del partido, que si cabe es igual o más importante que lo primero'.

El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, subrayó que como secretario regional 'le ha dado al PSOE de Aragón una cohesión, un empuje y una energía para llevar a cabo el proyecto socialista que ahora, sin duda, va a trasladar a toda la organización federal'.

La inquietud ante la pérdida de cohesión interna, puesta de manifiesto con declaraciones críticas como las del castellano-manchego José María Barreda, secundado en algunos aspectos por el madrileño Tomás Gómez, y su falta de sintonía con José Blanco, han acabado en un final anticipado del mandato de Pajín, encumbrada a aquel cargo tras las elecciones generales de 2008 como símbolo del ascenso de una nueva generación a los puestos de máxima responsabilidad.

Pajín salta al Gobierno, como ministra de Sanidad, Igualdad y Política Social, para dar naturalidad al relevo en un cargo que en el PSOE siempre ha tenido una consideración especial. Su sustitución en la secretaría de organización irá acompañada del regreso de José Blanco a la coordinación de las campañas electorales, después del revés de las elecciones europeas, que se apuntó en el debe de Pajín. Tampoco le ha favorecido su controvertida gestión del transfuguismo en Benidorm, la ciudad a la que están vinculada ella y su familia.

Con la marcha de Pajín, Blanco se propone volver a ejercer 'en plenitud' su papel de vicesecretario general, incluyendo su presencia en el comité federal de listas, del que había dejado de formar parte tras su ascenso, ya que la dirección de este órgano interno corresponde formalmente al secretario de organización.

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