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La izquierda alternativa se cita para septiembre

Equo duda si sumarse al diálogo o lanzarse a las urnas solo

 

P. RUSIÑOL

Pueden las distintas familias de la izquierda alternativa que acumulan años de rencillas pactar un programa común y presentar una plataforma electoral única? ¿Pueden hacerlo además con fórmulas nuevas que garanticen que se haga 'de abajo arriba'? ¿Es posible hacerlo simultáneamente a la puesta en marcha de la maquinaria electoral propia por si no sale bien el invento? ¿Puede sumarse a ello un partido de nuevo cuño y gran potencial que ni siquiera ha celebrado aún su propio congreso constituyente?

A este tipo de debates suele dedicar la izquierda alternativa años enteros a tiempo completo. Ahora tendrá apenas dos meses para darle respuesta a todos simultáneamente. Y con agosto de por medio.

Varios grupos se reunirán a la vuelta de vacaciones para explorar un acuerdo

El anticipo electoral no ha sorprendido a nadie, pero va a actuar como un acelerador de partículas en el ya muy revuelto espacio de la izquierda del PSOE que, tras estancarse el 22-M, entró en una nueva fase con infinitas posibilidades.

Varias de las partículas se han citado ya para la primera semana de septiembre para ver si son capaces en tan poco tiempo de dibujar un terreno común, participativo, que les permita formar una plataforma electoral nueva. Ya han confirmado su asistencia IU, Izquierda Anticapitalista, las Mesas de Convergencia, Los Verdes-Grupo Verde, la Confederación de Los Verdes y los promotores de sendos manifiestos que empujan hacia el frente de izquierdas: uno, de intelectuales y artistas; el otro, de catedráticos y profesores.

ICV trata de hacer de puente entre IU y el nuevo referente verde

'El tiempo va en contra, pero aún todo es posible', coinciden varias fuentes consultadas entre los negociadores.

La mayor incógnita es si se sentará en la mesa Equo, el nuevo actor rojiverde en proceso de gestación liderado por Juantxo López de Uralde. Y, precisamente por ello, tiene todavía que decidirse Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), a medio camino entre IU, sus socios tradicionales, y Equo, el perfil de aliado con el que lleva años soñando para que irrumpa en España el espacio verde, al alza en toda Europa y casi siempre en competencia con los grupos de matriz comunista que aquí representa IU.

Para ICV, el dilema es complicado: si Equo no se suma al hipotético frente de izquierdas, deberá elegir entre su gran apuesta estratégica inspirada en el modelo ecosocialista de ICV en Catalunya (muy consolidado también en el País Valenciàcon Compromís) y la salud de su alianza con EUiA, el referente catalán de IU. Si no hay frente, será difícil que ICV pueda instalarse en algo parecido a la bigamia.

El secretario general de ICV, Joan Herrera, trató ayer de hacer de puente hacia el acuerdo: 'Sería razonable que todas estas formaciones que se mueven a la izquierda del PSOE sumasen y que intentaran concurrir juntas a las generales', dijo a la agencia ACN. Pero citó también a Equo. Y a Compromís, la bicha para IU. La cuenta atrás ha comenzado.

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