'Iñaki Urdangarin cada vez aparece como más presunto culpable'. Cayo Lara expresó este lunes la convicción creciente en el seno de la izquierda minoritaria de que el escándalo que envuelve al yerno del monarca se agranda cada día y de que cada día urge más una explicación por parte de la Casa del Rey. Aclaración que, de momento, sigue sin llegar. A la nueva petición de cuentas a la Corona y al duque de Palma se sumó otra vieja reclamación que volverá a estar presente en la nueva legislatura: la transparencia de las finanzas de la monarquía.

La Agencia Tributaria, como el lunes informó Público, ha destapado las operaciones oscuras de Urdangarin en un informe de 148 páginas que ya ha remitido al juez del caso Palma Arena, José Castro. El documento respalda la afirmación del magistrado de cómo el duque presidente del Instituto Nóos hasta junio de 2006 y el ya imputado Diego Torres su socio y su sucesor en la presidencia de la entidad urdieron una trama empresarial para 'apoderarse' de fondos públicos. Pero Hacienda también descubre que el segundo objetivo de Urdangarin y de su círculo era pagar menos impuestos.

El segundo objetivo de Urdangarin era pagar menos impuestos

El líder federal de Izquierda Unida, mantuvo prudente sus argumentos esgrimidos en la campaña electoral, cuando se estrechó el cerco sobre el yerno del jefe del Estado. 'La Justicia tiene que ser eficaz y ágil. Si la ha hecho, que la pague y pague como cualquier otro ciudadano sin ningún tipo de distingo ni privilegio', aseguró, preguntado en rueda de prensa.

El subrayado de que se debe cumplir la premisa de que la Justicia ha de ser igual para todos no es baladí. La izquierda minoritaria teme que los tribunales transijan a favor del duque de Palma precisamente por ser quien es. Ante el cúmulo cada vez mayor de indicios de delito, 'es evidente que se le acabará imputando, porque lo contrario sería extraño', deslizó en declaraciones a este diario Gaspar Llamazares, parlamentario electo de IU por Asturias.

Joan Tardà, diputado de ERC, exigió a la Casa Real y al propio Juan Carlos I que se abstengan de 'presionar' a la Justicia. 'Tenemos todas las razones para desconfiar de la Corona vista su historia reciente de ocultamientos y opacidades' y que la Justicia, a su vez, evite 'autocensurarse'. Todo ello 'respetando al máximo la presunción de inocencia'.

'Tenemos todas las razones para desconfiar de la Corona vista su historia reciente de ocultamientos y opacidades' Joan Baldoví, diputado electo por Compromís, también reclamó a los tribunales que aplique al aristócrata el mismo rasero que al resto de ciudadanos, que 'aclaren todo y actúen de forma rápida'. 'La Justicia debe ir hasta el final. No puede haber nada intocable', agregó Laia Ortiz, portavoz de ICV y próxima diputada en el Congreso. Criterio convergente con el de Francisco Jorquera, del BNG: que haya 'máxima celeridad', y que 'todo el peso de la ley' caiga sobre Urdangarin. En la causa se investigan, por ahora, los presuntos ilícitos de malversación, prevaricación y fraude.

La indignación crece a medida que la Casa del Rey se atrinchera en su silencio. El lunes, Público volvió a requerir a la Jefatura del Estado un pronunciamiento expreso. Imposible. Un portavoz de la Zarzuela insistió en que ya el duque anunció que defenderá su 'honorabilidad e inocencia', y en que están trascendiendo datos 'aún en manos del juez y de la Fiscalía' que la Corona 'no conoce'. El portavoz recordó que el marido de la infanta Cristina cedió la presidencia de Nóos en junio de 2006. Sin embargo, según la Agencia Tributaria, el yerno del rey siguió figurando como autorizado en una cuenta bancaria millonaria de la ONG en 2007 y 2008.

'Ya está tardando la Casa Real en salir al paso. Su silencio otorga. ¿Qué mensaje va a hacer el rey el 24 de diciembre? ¿Qué va a decir a los españoles que están haciendo sacrificios con un escándalo como este? Hay que tener autoridad', agregó Llamazares, quien, como la portavoz de ICV entrevé, además de la presunta malversación y fraude, 'tráfico de influencias', pues el duque consorte se valió de su posición en la familia real.

Llamazares, Ortiz, Tardà, Jorquera y Baldoví demandaron de nuevo 'transparencia plena' a la Corona, más ahora y más tras las protestas del 15-M. Anunciaron iniciativas parlamentarias para cuando se constituyan las Cortes y el Gobierno del PP. Los portavoces adujeron que si la Casa Real no cede y se abre, perderá aún más 'credibilidad y legitimidad'. Y coincidieron en que este episodio mermará la solidez de la monarquía. 'A medida que cae en lo más miserable del sistema, en la corrupción, la Corona se dinamita a sí misma', afirmó Tardà.

Pero la izquierda no sólo exige transparencia. Los cinco diputados de IU en Les Corts Valencianes -el valenciano Francisco Camps pagó a Nóos 3,5 millones y el balear Jaume Matas, otros 2,3- remitieron una carta a Urdangarin y le pidieron que devuelva los fondos públicos 'que le fueron otorgados' y 'colabore con la Justicia aportando toda la documentación que se le requiera'.

PSOE y PP, contactados por este diario, prefirieron no evaluar los avances de la investigación del caso.