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La izquierda se revuelve ante el 'Diktat' de nuevos ajustes

Los socialistas subrayan que la austeridad debe moderarse para reactivar el crecimiento e IU exige repensar las bases de la construcción europea. Rajoy se compromete a impulsar todas las reformas que exige Bruselas

 

PERE RUSIÑOL

La Comisión Europea irrumpió ayer en la campaña electoral con un informe que sitúa a España al borde de la recesión y trata de fijar algo parecido a los límites del campo de juego del 20-N: exige que tras el cierre de las urnas se tomen 'más medidas correctivas para alcanzar el objetivo del déficit'.

En teoría, los gobiernos son muy libres de seguir o no estas recomendaciones. Pero mientras Bruselas difundía ayer su informe, el exvicepresidente del Banco Central Europeo tomaba las riendas de Grecia poco después de que el primer ministro socialista, Yorgos Papandreu, quisiera convocar un referéndum sobre los ajustes. E Italia desplegaba ya la alfombra roja a Mario Monti, vinculado al banco de inversiones Goldman Sachs, para que releve a Silvio Berlusconi, demasiado diletante en aplicar los programas de ajuste.

Y todo ello mientras retronaban tambores que anuncian que la alemana Angela Merkel y el francés Nicolas Sarkozy estudian limitar la zona euro a un club restringido a los campeones de la austeridad.

Con un ruido tan estruendoso, ayer se volvió ya imposible ignorar el factor europeo de la crisis económica, por mucho que el PP había tratado hasta ahora de circunscribir a España el tsunami, del que culpa sólo al PSOE.

La campaña puso de manifiesto tres respuestas políticas muy distintas ante la situación de excepcionalidad que atraviesa la eurozona y el diktat procedente de las instituciones comunitarias, ancladas como nunca a la derecha en la medida en que una abrumadora mayoría de gobiernos son de signo conservador.

De un lado, las formaciones de centro-derecha, como el PP y CiU, aceptaron ayer el marco de ahondar aún más la senda de austeridad, en línea con la exigencia de Bruselas y de la canciller alemana, Angela Merkel, socia del PP en la Eurocámara y democristiana como el candidato de CiU, Josep Antoni Duran, que insistió de nuevo en la idea del Gobierno de concentración.

En el otro extremo, IU y otros partidos de la izquierda minoritaria apostaron por plantar cara a los planes de ajuste, en ocasiones incluso al precio de poner en riesgo las bases del euro.

Rubalcaba afirma que, si gana, él mismo llevará la política económica

Y en medio, el candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, que defiende la necesidad de ajuste pero se revuelve ante la inflexibilidad del calendario y exige complementarlo con un plan keynesiano para reactivar la economía.

El candidato del PP a la presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, aterrizó ayer finalmente en la crisis de la eurozona tras días esquivándola y dio garantías a Bruselas de que va a cumplir con las exigencias de 'recortes adicionales'. 'Haremos un Gobierno serio, que cumplirá los compromisos con la UE', subrayó en Santa Cruz de Tenerife. Y añadió que España 'corregirá el déficit' y hará todas las reformas que pide Europa para 'estar en la cabeza del euro, con los países más importantes '.

El líder del PP ha dejado claro su acuerdo con el principio que guía la política de la UE bajo el impulso de Merkel y que sitúa el objetivo de reducción drástica del déficit como objetivo número uno y prerrequisito para salir de la crisis.

Rajoy lanzó ayer otro gesto en la misma dirección de situarse entre los halcones de la austeridad, pese a no concretar aún los recortes: envió a Londres a uno de sus hombres de máxima confianza, Jorge Moragas, para participar en la reunión de la Unión Internacional Demócrata, el club fundado en 1983 por Margareth Thatcher.

Moragas se entrevistó con el anfitrión y ese era el gesto internacional que ayer transmitió el PP, David Cameron, el primer ministro británico que ha puesto en marcha el plan de ajuste más drástico de toda la UE, que incluye el despido de 500.000 funcionarios. 'El plan de Cameron da confianza; yo haría lo mismo en España', llegó a declarar Rajoy a El País tras anunciarse, en 2010.

El PSOE está en una posición difícil porque hasta ahora se ha corresponsabilizado del plan de ajuste que Bruselas impulsa desde mayo de 2010 para no ser devorado por los mercados, como ayer recordó Rubalcaba en Antena 3: 'Quizá ahora se entiendan mejor las cosas que se hicieron porque si no estaríamos seguramente en otra situación', dijo.

El PP busca la foto con Cameron, cuyo plan radical entusiasmó a Rajoy

El presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, se mostró ayer partidario en un mitin en Elche de poner la 'unidad' de la UE al servicio del 'mantenimiento del Estado social'. Pero Rubalcaba va más allá: insiste ahora en moderar el ajuste para no ahogar el crecimiento, en lugar de acentuar los recortes como exige Bruselas y aceptó el PP.

El candidato socialista, que ayer explicó que si gana asumirá directamente la política económica, insistió de nuevo en que Alemania debe moderar sus exigencias y que tan importante como la austeridad es mantener la protección social. '¡Vamos a luchar con uñas y dientes por el Estado del bienestar!', clamó en Palma de Mallorca.

El giro del PSOE es sin embargo muy insuficiente para el candidato de IU, Cayo Lara, que ayer acusó en Pamplona al Gobierno socialista de haberse puesto 'de rodillas' ante los mercados y de obligar a los ciudadanos a 'sufrir' para calmarlos. Su alternativa supone actuar prescindiendo de los mercados y con un giro radical: 'Hay que invertir completamente el proceso de la UE', incluyendo, dijo, el acuerdo de Maastricht que creó la moneda única.

Mientras Europa seguía ardiendo, en España saltaban algunas chispas con disputas tremebundas en Twitter, guerra de vídeos entre el PSOE y el PP y, sobre todo, el vídeo del PSC, que llegó a convertirse en el tema central de la campaña en Catalunya ante el escándalo que generó en algunos de sus rivales y particularmente CiU.

El vídeo advertía a través de un maniquí que los recortes en Sanidad podrían pagarse con la muerte y el PSC decidió ayer retirarlo. 'Teníamos que retirar el anuncio porque podía molestar a la sanidad, ya está', zanjó la cabeza de lista por Barcelona, Carme Chacon. Y añadió: 'Ahora es CiU quien debe retirar los recortes en la sanidad pública catalana'.

A los redactores del informe que ayer difundió Bruselas, muy crítico con el déficit de las autonomías, no les haría ninguna gracia.

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