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Los jóvenes hacen su campaña

Las protestas sociales protagonizan una jornada donde miles de personas se echaron a la calle

VANESSA PI / DANIEL AYLLÓN

Miles de jóvenes se echaron ayer a la calle a la caza de alguna promesa de los partidos políticos que, a una semana de las elecciones, están muy sensibles a cualquier reivindicación. En Madrid se escenificó el ansia ciudadana por hacerse oir. Si a lo largo del año la capital suele acoger una media de tres manifestaciones diarias, el jueves pasado fueron ocho. Ayer seis.

Unos 600 jóvenes investigadores de toda España iniciaron a mediodía una marcha desde Sol hasta el Ministerio de Educación y Ciencias, en la calle de Alcalá. Vestidos con camisetas naranjas (“que no te expriman”, se leía) y armados con globos y pancartas del mismo color, los jóvenes reivindicaron a ritmo de batucada más inversión en investigación.

Cecilia Galindo, vicepresidenta de la Federación de Jóvenes Investigadores, explicó que, aunque hace dos años que se aprobó el Real Decreto que establece el Estatuto del Personal de Investigación en Formación ,“hay mucha heterogeneidad. “Unos ni siquieran cotizan y los sueldos van de 300 a 1.300 euros”, ejemplificó.

Un grupo de investigadores del Instituto de Nanociencia de Aragón son el ejemplo de lo variopinto de la situación: un ingeniero químico de 28 años, se quejó de que lo que cobra no le da para pagar la hipoteca. Su compañera Ana Varela acabará su tesis en cuatro meses. Tiene 29 años y estudió Ingeniería Química. “No tengo futuro”, aseguró consternada. En cambio, dos de sus colegas cobran 1.000 euros y en breve les harán un contrato de dos años. “Porque nosotros tenemos la beca del Ministerio, somos los afortunados”, afirmaron Julia y Javier, de 25 años. Lo mismo le pasa a Lidia Gómez, malagueña de 26 años. Ella, licenciada en Psicología, investiga sobre la adaptación de los pacientes al dolor crónico.

“¡No somos estudiantes, somos currantes!”, gritaban los manifestantes. “Somos parte de un proyecto de investigación, publicamos artículos y trabajamos en las universidades”, apuntó Cecilia Galindo.

La marcha, que finalizó con la lectura de un manifiesto y la escenificación de la carrera de obstáculos que pasan los jóvenes investigadores, contó con el apoyo de un partido político minoritario de reciente creación que, aprovechando que el naranja también es su color corporativo, repartió folletos.

Vivienda para todos

Por la tarde le tocó el turno al colectivo V de Vivienda, que congregó al mayor número de manifestantes de la jornada, con 19 marchas en las principales ciudades del país. Sus reivindicaciones: protestar por el encarecimiento de los pisos y reivindicar un parque de viviendas accesible para todos.

La más numerosa fue la de Madrid, que recorrió un trayecto de dos kilómetros –entre Sol y el museo Reina Sofía– y que congregó a 12.000 personas, según la organización. Las banderas republicanas, pañuelos palestinos y la música de batucada aliñaron una marcha de tinte izquierdista en la que los participantes corearon cánticos como “¡Espe, Espe, especulación!” o “¡La niña de Rajoy, en la calle duerme hoy!”. Pero uno de sus portavoces, Daniel Jiménez, destacó el carácter independiente de la marcha: “El problema de la vivienda nos afecta a todos, seamos de izquierdas o de derechas”.

En un día plagado de manifestaciones también hubo hueco para la Federación Protestante Ferede, frente al estadio Santiago Bernabéu.
La pancarta de “España, ora por tí” presidió un encuentro pastoral con cerca de 3.000 fieles, la mayoría inmigrante. Sus organizadores también negaron cualquier vinculación política, pero entre sus discursos se colaron condenas a las medidas favorables al aborto. Fue una pincelada más dentro de la campaña alternativa que se celebra en las calles.

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