El abuelo materno de Marta del Castillo, José Antonio Casanueva, es un hombre de carácter recio y ánimo incansable. El asesinato de su nieta de 17 años a manos de su expareja Miguel Carcaño, crimen del que el 24 de enero se cumplirán tres años, le causó un profundo impacto agravado por el hecho de que el cuerpo no apareciese, algo que le impide descansar y guardar luto, indican sus próximos.

Fracasados los intentos de encontrar el cuerpo buscado en decenas de lugares, con especial ahínco en el río Guadalquivir, el vertedero de Alcalá de Guadaíra y una zanja de Camas, operativos que han costado más de 600.000 euros de dinero público y constatado que el juicio no ha ofrecido ninguna novedad, Casanueva continúa investigando por su cuenta. Desde que desapareció su nieta, de hecho, no ha dejado de hacerlo, ya fuera atendiendo a indicios con base racional o encomendándose a adivinos o zahoríes, ya fuera pidiendo al juez y a la Policía que buscasen o calzándose él mismo y otros mayores, amigos suyos las botas de agua y rastreando bajo la lluvia en un barrizal en Camas.

Cerca de la casa de Camas

Ahora el titular del Juzgado número 4 de Sevilla, Francisco Molina, que instruyó un caso que se encuentra a la espera de sentencia contra los cuatro adultos implicados, ha pedido a la Policía que realice 'las gestiones que considere oportunas' para la búsqueda del cuerpo en un nuevo lugar señalado por el abuelo de la víctima en el extrarradio de Sevilla, según explicó a Efe un portavoz policial. El abuelo de Marta compareció recientemente ante el juez y le indicó un lugar situado en la llamada Ruta del Agua, entre Camas y Valencina de la Concepción, cerca del domicilio donde Carcaño vivía con la familia de su novia una chica que entonces tenía 14 años en la fecha del crimen. El juez, que siempre ha escuchado y atendido las peticiones de la familia, incluso cuando no tenían excesivo sustento argumental, mantiene abierta una línea de investigación para localizar el cadáver y por ello ha pedido a la Policía que 'haga las gestiones que crea oportunas'.

Hallazgo de una manta

El lugar indicado es de fácil acceso desde el camino de la Ruta del Agua y tiene en sus proximidades un arroyo con mucha maleza, por lo que pudo ser visto como un lugar idóneo para deshacerse del cuerpo de la víctima, según explica por su parte Javier Casanueva, tío de Marta del Castillo.

El abuelo de Marta y los voluntarios que le apoyan encontraron meses pasados una manta que han entregado a la Policía, junto con fotos aéreas del lugar.