A plena luz del día y con el colegio repleto de alumnos. La Guardia Civil ha detenido a 12 integrantes de una banda acusada de sustraer decenas de tarjetas de crédito a los profesores de una veintena de escuelas y guarderías de Madrid, Guadalajara, Toledo y Ciudad Real, a las que accedían después de que los dos cabecillas del grupo se hicieran pasar por padres en busca de un centro donde escolarizar a sus hijos.

Una vez dentro, la pareja entretenía al director para facilitar que otro miembro de la banda entrase en la sala de profesores y sustrajera el dinero y las tarjetas de crédito que el personal docente guardaba allí mientras impartía clase. Después, los tres emprendían la huida en el coche en el que les aguardaba un cuarto miembro del grupo y comenzaban a adquirir todo tipo de productos con las tarjetas robadas hasta que eran anuladas por sus propietarios.

La Guardia Civil acusa a la banda de cometer 48 hurtos y 179 estafas mediante este sistema, aunque también les adjudica un robo con fuerza y dos con violencia, estos últimos cometidos a punta de navaja en sendos establecimientos en los que los empleados rechazaban las tarjetas.

En los diez registros efectuados, los agentes se han incautado de decenas de productos de lo más variopinto adquiridos fraudulentamente: perfumes, bebidas alcohólicas, televisores planos, ordenadores, calzado y hasta ropa interior masculina y un camisón. Se estima que el valor de lo recuperado supera los 60.000 euros.

El destino final de gran parte de lo que robaban era la reventa en mercadillos o a amigos de los detenidos.