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Las marchas del 15-O apuestan por el "cambio global"

El movimiento quiere retomar con fuerza el sábado el espíritu que sacó a la calle a miles de personas en mayo

ANA REQUENA AGUILAR

Cinco meses después de las marchas que prendieron la mecha de la indignación y dieron comienzo al 15-M, el movimiento se enfrenta este sábado al que es probablemente su mayor reto hasta ahora: coordinar una protesta de alcance mundial. Casi 900 ciudades de más de 75 países se unirán en una sola voz para clamar por 'un cambio global'. No obstante, el número de convocatorias crece a cada instante. En España son, de momento, 60 ciudades las que celebrarán manifestaciones.

La fecha elegida no es casual: el 15 de octubre remite al día en que empezó todo, el 15 de mayo, un símbolo de los cinco meses de protestas y una manera de revivir el espíritu de lo que sucedió aquel día. Como entonces, los convocantes aspiran a congregar pacíficamente a miles de personas de diferentes tendencias, 'sin banderas ni logos'. 'La ciudadanía debe salir para demostrar que tiene fuerza y que debe ser escuchada', aseguró ayer Manuel, miembro de la comisión de Economía de Sol, en el acto de presentación de las marchas del fin de semana.

Sesenta ciudades españolas han convocado marchas ciudadanas

'Unidas con una sola voz, haremos saber a los políticos y a las élites financieras a las que sirven, que ahora somos las personas quienes decidimos nuestro presente y nuestro futuro. Y les recordaremos, una vez más, que no somos mercancía en manos de políticos y banqueros, que ellos no nos representan', dice el manifiesto consensuado por los grupos de 15 países reunidos hace poco en Barcelona y que recupera el lema de las primeras manifestaciones convocadas por Democracia Real Ya (DRY).

Los motivos para manifestarse son los mismos que movieron las protestas de mayo, junio y julio: las políticas de austeridad que 'generan un incremento de las desigualdades', la amenaza a los derechos sociales, la precariedad y el recorte de los derechos laborales o el 'agotamiento' del actual sistema democrático. Por el contrario, el 15-M propone una 'democratización de la economía y de la gobernanza europea que permita la construcción de un nuevo modelo de bienestar social'.

El lema general, 'Unidos por un cambio global', podrá ser acompañado en cada ciudad por otros 'que tengan que ver con la opresión de la clase política y de los mercados hacia las personas', según afirmó ayer Marta, miembro de DRY.

Los recortes sociales y las políticas de austeridad, blanco de las protestas

En Madrid, el recorrido de la marcha será similar al del 15 de mayo, aunque con matices: a lo largo del día, cinco columnas de manifestantes saldrán de varios barrios de la capital para confluir a las seis de la tarde en la plaza de Cibeles, lugar de inicio de la manifestación que terminará en la Puerta del Sol, el gran icono del movimiento. Al finalizar, los grupos de trabajo se reunirán y, más tarde, se celebrará una asamblea general. El objetivo: qué hacer a partir del día siguiente. 'Los grupos de trabajo debatirán sobre el futuro después del 15-O, un debate que queremos extender a todas las asambleas', explicó ayer un miembro de la comisión de Economía de Sol. En la plaza se instalarán varias pantallas en las que se proyectarán las imágenes que lleguen de las protestas mundiales.

Si tras la marcha del sábado habrá o no acampada en el centro de Madrid es, por el momento, una incógnita. Oficialmente, la convocatoria es sólo de manifestación, pero los organizadores son conscientes de que no pueden controlar lo que suceda después. En cualquier caso, y para evitar posibles problemas con la Policía, ayer se mostraron especialmente cautos al hablar de esa posibilidad. 'Este es un movimiento de ciudadanos libres', precisó Marta, miembro de Democracia Real.

Piden una economía más democrática y un nuevo modelo de bienestar

Para Liliana Pineda, representante de la Asociación por la Tasación de las Transacciones Financieras y por la Ayuda a los Ciudadanos (ATTAC), que apoya al movimiento desde sus orígenes, las manifestaciones del sábado deberían servir 'para extender el discurso de rebeldía frente a la situación que estamos viviendo y servir también de propuesta hacia el futuro, de transformación de la realidad'. Pineda reconoció que el 15-M ha servido para impulsar algunas de las reivindicaciones que ATTAC lleva años planteando, como la eliminación de los paraísos fiscales o la imposición de una tasa a las transacciones financieras.

Juventud Sin Futuro, que forma parte de los convocantes y que en abril sembró el camino de la indignación con una manifestación en Madrid, también ve las marchas como un 'punto de inflexión' en el actual panorama social y político, 'que dé pie a más movilizaciones dentro del marco de un otoño caliente'.

Tras las marchas, las asambleas debatirán sobre el futuro del movimiento

La proximidad de las elecciones hace inevitable que surja la pregunta de cuál será la influencia del 15-M en los comicios. El movimiento afirma rotundo que su estrategia no variará con el resultado electoral y que continuarán con sus acciones de la misma forma 'dos días antes de las elecciones y dos días después'. 'El movimiento no tiene intención en ningún momento de decirle a la ciudadanía qué tiene que votar, sino que lo haga con responsabilidad e informándose', dijo ayer Álvaro Rodríguez, de DRY.

Insisten también en que la fecha elegida para estas manifestaciones no tiene nada que ver con la proximidad de los comicios. Ciertamente, la convocatoria se produjo mucho antes del adelanto electoral.

El 15-M tampoco quiere protagonismo como desencadenante de las protestas que han tenido lugar en varios países en los últimos meses: 'Hemos recogido la batuta de los países árabes, si alguien son padres y madres de esto son ellos'.

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