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María San Gil, homenajeada por el ala dura del PP

Los 'marianistas' hacen vacío a su excompañera faltando a la presentación de su libro

MARÍA JESÚS GÜEMES

Un largo aplauso sonó en el salón del Hotel Intercontinental de Madrid, —donde este jueves se presentó el libro de María San Gil titulado En la mitad de mi vida—, cuando la expresidenta del PP vasco entró escoltada por José María Aznar y Jaime Mayor Oreja.

Entre el público no se veía a ni un solo marianista. San Gil decidió retirarse de la primera línea política hace tres años, cuando se negó a respaldar el giro de estrategia de Mariano Rajoy que abogaba por un acercamiento a los nacionalismos y una línea moderada.

Por eso este jueves por la tarde la cúpula nacional del PP sólo estaba representada por el portavoz en Europa. No fue nadie más. Ni rastro de cualquier otro miembro de la dirección y menos aún de la de Rajoy. Tenía excusa: una reunión con el presidente de Haiti, Michel Martelly. Pero con ello quedaba de manifiesto que la herida sigue sangrando.

Aznar y Esperanza Aguirre trataron de paliar el vacío. La presidenta de la Comunidad de Madrid pidió además a todo su equipo que fuera. En las filas del PP algunos habían criticado sus presencias antes incluso de que se produjeran. Sobre todo la del presidente de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES). Muchos recordaban la imagen del abrazo que Aznar dio a Rajoy en la Convención de Sevilla, el pasado mes de enero, con el que pensaban que se había sellado la reconciliación definitiva. A los que rodean a Rajoy no les gustó que demostrara ante todos de qué lado está. Pero los colaboradores de Aznar indicaban que San Gil es una de sus colaboradoras y es muy querida.

No fueron los únicos que quisieron mostrarle su cariño. También se pasó a verla Ángel Acebes y Eduardo Zaplana, otros dos cargos que se identifican con el ala dura del partido de la pasada legislatura.

El primero que tomó la palabra fue Mayor Oreja quien la ensalzó considerablemente: 'Este acto produce a muchísimos de nosotros orgullo y felicidad por estar junto a María por la que sentimos cariño y admiración'. Explicó que su asistencia era un homenaje 'a la verdad, naturalidad y fortaleza' porque su comportamiento había sido siempre 'ejemplar, coherente y, por ello, admirable'.

Mayor dice que el MLNV controla Guipúzcoa y Vizcaya a través de ETA Y PNV

Mayor también quiso emitir su veredicto sobre Bildu: 'El Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV) hoy tiene la vanguardia no ya en dos siglas, sino en dos territorios: Guipúzcoa para ETA y Vizcaya para el PNV'. Además, avisó de la existencia de 'un proceso irreversible' que Rajoy recibirá en 2012 'como herencia que no se puede rechazar'.

Después llegó el turno de Aznar, quien confesó que sentía hacia San Gil 'una profunda amistad, un agradecimiento' que siempre le vinculará a ella y 'una admiración con sobrados motivos'. El ex presidente del Gobierno dijo que el elogio que le hacía no iba 'contra nadie' pero luego apuntó que iba dirigido 'contra los que representan todo lo contrario de lo que ella significa'. El mensaje era para los que se quisieran dar por aludidos y, sobre todo, para 'los enemigos de la libertad y la democracia'.

Aznar contó que el libro era 'mucho más que el relato del desencuentro de María con su partido'. 'Su partido que, por cierto, lo sigue siendo y cuya trayectoria no se entendería sin la contribución de la autora', comentó.

Recordó el encontronazo con amargura porque, según dijo, ella lo vivió 'con dolor'. Y cargó contra los que, según él, la hicieron sufrir: 'Oyó algunos ecos maledicentes de espíritus menores que se citan en las turbulencias de la política y actuó de acuerdo con lo que creyó que era un imperativo de coherencia'.

Para terminar, Aznar cerró su intervención, como Mayor, hablando de la coalición abertzale. 'El terror quiere reiventarse para pervivir', denunció mientras señalaba que lo primero que querían 'borrar los instrumentos de ETA' es 'la memoria de las víctimas del terrorismo' y confundir a estas con 'victimarios'.

'Para que eso no ocurra nunca en nuestro país hablaremos. Porque si eso llega a producirse no será la paz será la vergüenza', sentenció como si estuviera mirando a Rajoy. Algunos en el PP creen que su líder no ha sido lo suficientemente contundente ante la legalización de Bildu.

Aznar asegura que el PP sigue siendo el partido de la
expresidenta vasca

San Gil cerró la presentación muy emocionada y agradeciendo tener a su lado a dos de sus tres referencias políticas: Mayor y Aznar, 'Mi presidente', destacó.

La otra, recordó había sido asesinada: el concejal de San Sebastián, Gregorio Ordoñez. De su mujer, presente en la sala, alabó que jamás se hubiese puesto 'de perfil'. San Gil dijo que los echaba de menos porque con ellos nunca se estuvo 'tan cerca la derrota del terrorismo'. Censuró la política del Gobierno porque 'ha cambiado el verbo derrotar por negociar' y resaltó que había 'llegado un iluminado a la Moncloa'. Se mostró muy 'pesimista' con la situación actual y zanjó: 'Nos han ganado porque nos hemos dejado ganar'.

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