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Mas defiende más recortes para evitar la intervención de Catalunya

El president reafirma su política de ajustes y admite que no podrá reducir el paro a la mitad

J. RAMÓN GONZÁLEZ CABEZAS

'No nos hemos pasado 30 años luchando por el autogobierno para llevar al país a una situación en que sea intervenido por el Estado español'. El president de la Generalitat de Catalunya agitó ayer el fantasma de la quiebra como argumento de descargo de la drástica política de recortes llevada a cabo en su primer año de mandato y, al mismo tiempo, como defensa de la segunda fase del ajuste prevista para el nuevo año 2012.

'Lo que antes iba a la deriva y contra las rocas, ahora ya tiene rumbo', afirmó ayer Mas para resumir el balance del primer año de Gobierno de CiU, que describió como 'un trabajo titánico pero imprescindible que debe continuar en 2012'. El president frecuentó una vez más la imaginería marinera para justificar la necesidad de mantener la política de 'ajustes duros' para reducir el déficit y la deuda pública, sin ceder a las presiones para una rectificación en favor de la reactivación económica. El president dijo que confía en que en 2013 haya pasado lo peor y que a partir de entonces Catalunya pueda 'mantener una cierta velocidad de crucero que permita una navegación más apacible, aunque no tranquila'.

'Lo que antes iba a la deriva y contra las rocas, ahora ya tiene rumbo'

'Gastar más y endeudarse más es una pura utopía o un engaño', afirmó de forma rotunda Artur Mas, quien en su argumentación subrayó que ni siquiera el Estado español está a salvo, 'ni mucho menos', de una virtual intervención de las autoridades de la UE. 'De momento, Rajoy ha tomado una primera tanda de medidas radicalmente distintas de lo que decía incluso en su discurso de investidura, pero si la situación heredada es la que parece que es, tendrán que ir más allá y tomar medidas muy drásticas', dijo Mas citando su propia experiencia un año atrás.

El president de la Generalitat no dudó en afirmar que ni siquiera en la hipótesis de ser un Estado propio dentro de la UE habría otra alternativa, en alusión a las tesis de los grupos independentistas. Así y todo, el líder nacionalista admitió que la política de recortes está en cuestión. 'El ajuste es una condición necesaria e imprescindible, pero no suficiente para levantar la economía, crear empleo y mantener el Estado del bienestar, nosotros lo tenemos clarísimo', afirmó.

Mas ha asegurado que en 2012 mantendrá el firme compromiso de reducir el déficit al 1,3% del PIB pase lo que pase con el cierre del ejercicio de 2011, donde la Generalitat se fijó el 2,6% después de encontrarse con un déficit del 4,2% en 2010, tres veces superior al previsto. 'Nos creemos lo que estamos haciendo y mantendremos nuestro objetivo por todos los medios', reiteró Artur Mas, quien, sin complejos, presumió de haber mantenido un estilo de gobierno 'dialogante' y de haber 'predicado con el ejemplo'.

'Gastar más y endeudarse más es una pura utopía o un engaño'

A pesar de la crudeza del ajuste, con un recorte global del 10% del gasto público, Mas se declaró moderadamente satisfecho del trabajo realizado y afirmó que 'el balance es bastante bueno'. Pocos días después de tener que pedir excusas públicamente por el embrollo de la paga extra de los funcionarios y la aplicación íntegra de la retención del IRPF a pesar del aplazamiento del 20%, el president llegó a decir que 'el Govern no ha tenido deslices 'sobre la forma de ejercer el poder. Como se sabe, la Generalitat recurrió in extremis a un crédito del Banco Sabadell para abonar el sueldo íntegro de los 230.000 empleados públicos de Catalunya.

Después de hacer balance de su primer año de Gobierno, Mas desgranó los tres objetivos fundamentales de 2012: recuperar la economía y crear empleo, preservar los pilares básicos del Estado del bienestar y defender y profundizar el autogobierno, que tiene como medida estrella el pacto fiscal. Mas ha propuesto ya de modo informal a Mariano Rajoy una entrevista para 'convencerle de su necesidad' y de la 'posibilidad de llevarlo adelante'.

Para salvar las bases del Estado del bienestar, Mas planteó 'renuncias en lo que no es estrictamente esencial' y apeló a la 'corresponsabilidad de los ciudadanos'. El president afirmó que su Gobierno está consiguiendo en líneas generales el objetivo de preservar las prestaciones y servicios básicos y puso como ejemplo la Educación, que ha atendido a más alumnos con el mismo número de profesores de plantilla.

Pese a reiterar la prioridad de recuperar la economía catalana y crear empleo, Mas ha admitido que 2012 difícilmente será un año mejor, al menos en el primer trimestre. Interrogado sobre el crecimiento del paro, el president asumió que no se podrá cumplir la gran promesa del programa de CiU. 'Veo muy, muy difícil reducir el paro a la mitad', afirmó el jefe del Gobierno catalán, que sin embargo apostilló que tampoco han 'tirado la toalla'. Esto pasaba el día en que el paro registrado señaló 51.500 afectados más en Catalunya, 9,1% más que cuando aterrizó Artur Mas.

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