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Mas, dispuesto a gobernar hasta 2022

El aspirante desdeña las actuaciones contra su partido por el 'caso Palau'

ALBERT MARTÍN VIDAL

No sólo está íntimamente convencido de que el 28-N las urnas lo ungirán como nuevo presidente de la Generalitat, sino que Artur Mas ya tiene prevista la fecha en que la abandonará. El candidato de CiU anunció ayer que quiere autoimponerse un máximo de dos mandatos, 'aunque no haya una limitación legal'. ¿Cuántas legislaturas podría ser presidente Mas? 'Siempre he dicho que lo ideal son dos, para poder hacer el trabajo, o, como mucho, mucho, tres', declaró.

Si Mas lograra su objetivo haría realidad un escenario de pesadilla para la izquierda catalana, con los socialistas condenados a la oposición hasta el año 2018 (en el mejor de los casos) o hasta 2022 en caso de que Mas se viera con fuerzas para ello y fuera reelegido en las urnas. El presidente de CiU abandonaría el Govern con 66 años y tres legislaturas, pero aún lejos de la plusmarca de Jordi Pujol, que estuvo al frente del Ejecutivo durante seis legislaturas, hasta los 73 años. Tanto Maragall tres turbulentos años en el poder como Montilla que según los sondeos no alargará su presidencia más allá de cuatro años han rubricado legislaturas más breves para los socialistas.

Si Mas logra su objetivo de ser president hasta 2022, es de prever que encuentre el momento apropiado para opinar sobre el supuesto caso de financiación ilegal de su partido en connivencia con el Palau de la Música de Fèlix Millet. Pero ayer, una vez más, volvió a pasar de puntillas sobre el asunto, evitando mancharse las manos con un tema espinoso que atribuye estrictamente a los intereses electorales del PSC.

El presidenciable de la federación nacionalista aseguró tener 'poco que decir' y que las actuaciones de la fiscalía y del Consorci del Palau instando al juez a imputar a dos dirigentes de Convergència por el caso le parecen más 'un ataque partidista que una actuación objetiva'. 'Se les ve el plumero', remachó en referencia a que los socialistas tienen un peso específico en el Consorci.

Lo que sí marcará a buen seguro una eventual presidencia de 12 años de Mas será su exigencia de conseguir un concierto económico para Catalunya. Ayer manifestó que el déficit económico catalán en el resto de España sería 'aceptable' si se redujera a la mitad, es decir, hasta los 5.000 millones de euros, y cargó contra el agravio que sufre Catalunya respecto a otras comunidades 'desde hace décadas'. Esta opción, de la que ya disfrutan el País Vasco y Navarra, fue rechazada frontalmente por el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña. Según Ocaña, ese régimen fiscal 'no es viable' y choca con el sistema de financiación 'equilibrado y justo' pactado con Catalunyaen 2009, según informa Antonio Muñoz Vélez.

El candidato de CiU fijó ayer prioridades en el mundo de la cultura y se mostró partidario de respetar las cuotas lingüísticas que fija la Ley del Cine, aunque también apeló a la negociación y recordó que su aplicación será 'progresiva a lo largo de siete años', tal y como establece la norma del Tripartito.

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