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Mas pone difícil a Montilla mantener el frente del Estatut

El líder de CiU exige que la resolución de los partidos incluya el lema de la marcha: 'Somos una nación. Nosotros decidimos'

ALBERT MARTÍN VIDAL

'Parece que digan anda, que aún nos dirán que sí' y que se deciden a ir aún más allá'. La lectura de un dirigente socialista expresaba el sentir del Tripartito tras conocerse la última petición de Artur Mas para que CiU suscriba una resolución unitaria de los partidos estatutarios catalanes.

El presidente de la federación nacionalista elevó ayer el listón de sus reivindicaciones al president, José Montilla, y pidió que el texto de los partidos incluya el lema de la manifestación del pasado sábado en Barcelona: 'Somos una nación. Nosotros decidimos'. 'No debería incomodar a nadie', declaró Mas en referencia a que tanto PSC como CiU, ERC e ICV-EUiA acudieron conjuntamente a la marcha contra la sentencia del Tribunal Constitucional (TC).

El PSC aceptó ayer las condiciones que la federación fijaba el domingo

El presidente de CiU especificó que esta exigencia es una condición sine qua non, al igual que lo es la petición de que se exprese el rechazo a la sentencia del TC. 'Espero que todo el mundo esté a la altura de las circunstancias', dijo Mas, para asegurar a continuación que 'especialmente quien tiene que estarlo es el presidente de la Generalitat'.

Las palabras de Mas generaron incomodidad en el PSC, que ha venido reiterando que su posición en este sentido es clara: rechazo de la sentencia y recuperación del Estatut de 2006. Pero, como gesto a CiU, ayer añadían otro paso que están dispuestos a dar para contentar la petición de Mas del pasado domingo: un posicionamiento común respecto a 'nación, lengua, cultura, instituciones y recursos propios'.

ICV sostiene que el pacto es necesario para salvar el Estatut en Madrid

Este malestar del PSC era doble por el hecho de que entiende que el Montilla, como primera autoridad de Catalunya, es quien debe liderar el debate tras la sentencia, especialmente después del gesto de encabezar la manifestación del sábado sin vetar el lema soberanista: 'Ha sido generoso, ahora le toca a CiU demostrar que quiere esta unidad', decían desde la cúpula del PSC.

'Mal empezamos con esta subasta', decía, a su vez, el portavoz del PSC, Miquel Iceta, que lamentaban la escalada de peticiones de la federación: 'Esta no es forma de negociar'. Además, recordaban que aún no se ha dado a conocer el dictamen del comité de expertos sobre la sentencia con representación de todos los partidos y de un equipo de juristas especializados y que ni siquiera se ha celebrado la reunión de Montilla con representantes de todos los partidos, prevista para mañana.

Ante el riesgo de que el pleno extraordinario del viernes se salde con un enfrentamiento entre partidos y sin una resolución unitaria, ICV se movilizó ayer tanto en el Congreso como en el Parlament. El secretario general de la formación, Joan Herrera, sondeó a los grupos catalanistas en las Cortes, incluidos los 25 diputados del PSC, para aprobar una propuesta de mínimos en amparo del Estatut, que incluya la defensa del concepto de nación para Catalunya o una ley de mejora del autogobierno, entre otros asuntos. Dolors Camats, portavoz de la formación ecosocialista en el Parlament, hizo lo propio. Fuentes del partido explicaban que 'sería lamentable no encontrar una posición común; es la única forma de tener fuerza en Madrid'. Explicaban, además, que un fracaso sumaría una 'crisis política' a la actual 'crisis institucional'.

Camacho reitera que el 10-J reunió a una minoría de la sociedad catalana

Las voces críticas con el Estatut siguieron surgiendo ayer desde varios puntos de España. La presidenta del PP de Catalunya, Alicia Sánchez-Camacho, insistió de nuevo en que en la marcha del sábado se manifestó 'una parte minoritaria' de la sociedad catalana', a pesar de las casi 1.700 entidades que le dieron apoyo y del respaldo del 87% del Parlament.

Su compañero de partido y presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, calificó por su parte de 'exceso sin precedentes en el Estado de las autonomías el comportamiento de los dirigentes políticos de Catalunya'.

Más lejos fue el presidente de La Rioja, Pedro Sanz, que afirmó que quien no respeta los fallos del TC es 'antisistema y antidemocrático'.

La portavoz del Gobierno Vasco, Idoia Mendia (PSE), criticó ayer la utilización que se está haciendo de la sentencia del TC sobre el Estatut para imponer una idea centralista. 'Algunos quieran aprovecharla para enterrar el Estado de las autonomías y no dar cabida a la diversidad que existe en España', manifestó.

Mendia explicó que pese a que el fallo 'es favorable al Estatut' y consagra un mayor nivel de autogobierno de Catalunya, entiende que algunos sectores manifiesten su 'malestar porque entienden que se recorta la voluntad popular'. Además, defendió la 'posición institucional' de la Generalitat. 

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