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Mas solicita a la oposición que facilite su investidura

El líder de CiU reclama 'responsabilidad' para no retrasarla

DANI CORDERO

El contexto económico es excesivamente complicado como para poner trabas a la configuración del nuevo Gobierno catalán. Con ese precepto, el líder de CiU, Artur Mas, espera 'responsabilidad' y un talante constructivo del resto de partidos para poder ser investido nuevo president de la Generalitat en el menor tiempo posible, a poder ser en la semana del 13 de diciembre.

Da por hecho que no lo logrará en primera votación, al faltarle seis votos para los 68 que le darían la mayoría absoluta en la Cámara, pero sí confía en un gesto para la segunda vuelta. Bastaría con la abstención del PSC o del PP y, tras la ronda de contactos mantenida esta semana, en CiU no dudan de que ERC se pueda sumar. 'Tengo la intuición de que en la segunda vuelta será posible', dijo Mas, quien aseguró que 'no hay alternativa' y una decisión de otro tipo sumiría la Generalitat en un proceso de 'incertidumbre e interinidad'.

El futuro president teme una situación de «interinidad»si no es elegido en breve

CiU tiene claro que gobernará en solitario, con su programa como base de legislatura y acuerdos puntuales para ir sorteando la coyuntura política, que diferentes miembros de la federación pronostican complicada pese a la amplia victoria convergente. Justamente porque pesará el programa nacionalista, Mas admitió ayer que es comprensible que todas las formaciones se nieguen, al menos de entrada, a investir como president al candidato de CiU.

Querrán marcar distancias, dijo, pero, a partir de ahí, existen propuestas de la federación que pueden no diferir en exceso de las que hayan puesto sobre la mesa otros partidos. Ahora podría acordar medidas anticrisis con el PP o incluso con el PSC, como en otro momento podría tender puentes con ERC en temas de lengua o identidad catalana. Mas no descartó incluso aprobar medidas con el consenso generalizado de la oposición.

CiU y PSC inician los trabajos para facilitar el traspaso de poderes

Artur Mas y José Montilla no se han visto todavía, pero sus respectivos equipos de confianza trabajan ya en el traspaso de poderes. El presidente in péctore de la Generalitat hablaba ayer de tener su nuevo Govern en marcha el 3 de enero. Si es así, le queda un mes para armarlo, aunque todavía no sabe de qué estructura lo dotará.

A eso le dedicará tiempo el próximo puente, además de descansar. Cuando lo tenga decidido, empezará a analizar los perfiles de sus consellers. Mas alertaba ayer de que es mejor no hacer quinielas sobre candidatos, consejo al que no hacen caso ni sus propios diputados.

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