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Mata a su pareja y enseña el cadáver por la webcam

Esta muerte eleva a 17 el número de asesinatos machistas en 2011

OSCAR LÓPEZ-FONSECA

La lista de víctimas de violencia de género sumó ayer un nuevo nombre: el de Viorela, una joven rumana de 19 años y embarazada de cinco meses a quien su pareja presuntamente estranguló el lunes por la mañana en el domicilio que ambos compartían en la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz. Tras el crimen, el supuesto homicida, Dorel Marcu, de 21 años y la misma nacionalidad, se puso en contacto por internet con su padre, residente en Rumanía, y confesó el crimen tras mostrarle el cadáver a través de la webcam del ordenador. El padre denunció el hecho en su país y horas después el joven era detenido.

En ese contacto a través de un programa de mensajería instantánea, Dorel también aseguró a su progenitor que había cometido el crimen tras una fuerte discusión con la víctima después de que ella le manifestara que el hijo que esperaba era fruto de una relación con otro hombre y que iba a romper la convivencia que mantenían desde hace cinco años. El joven también le contó a su padre que tenía intención de matar a la hermana de la fallecida, de 13 años, cuando regresara del colegio.

El homicida contactó por internet con su padre en Rumanía y confesó el crimen

El padre del homicida contactó entonces con la Policía rumana de Mediasjud, el pequeño pueblo de la región de Transilvania donde reside la familia de Dorel, para alertarla de lo ocurrido, así como de las intenciones de su hijo. A partir de ese momento, se puso en marcha el mecanismo de colaboración entre las autoridades policiales de Bucarest y Madrid a través del enlace de Interior de la Embajada de Rumanía en España, quien comunicó los hechos a la Jefatura Superior de Policía de Madrid minutos antes de las tres de la tarde del lunes. Tres cuartos de hora después, se personaba en el lugar del crimen, un cuarto piso del número 31 de la calle Granados de Torrejón de Ardoz, una primera patrulla de agentes.

Durante unos minutos, el joven se negó a abrir la puerta a los policías pese a las reiteradas llamadas. Finalmente, el rumano les franqueó el acceso a la vivienda y no opuso resistencia a su arresto. En el interior del domicilio se encontraba en ese momento la hija de la pareja, de 3 años de edad, y la hermana adolescente de la víctima, quien había regresado poco antes del colegio. Esta aseguró a los policías que no sabía lo que le había ocurrido a su hermana, ya que, cuando le había preguntado por ella a su cuñado, este se había limitado a decirle que estaba durmiendo.

Los policías encontraron el cadáver de Viorela sobre la cama del dormitorio que ocupaba la pareja. Allí los especialistas de la Policía científica recogieron varios efectos, entre ellos una corbata que podía haberse utilizado para cometer el crimen, y el ordenador con el que el presunto homicida se puso en contacto con su padre. La autopsia aclarará también si la víctima sufrió algún tipo de maltrato antes de morir.

El joven aseguró a su progenitor que iba a matar también a su cuñada de 13 años

Ayer por la mañana, la madre de la víctima aseguraba a Público que la relación de los dos jóvenes pasaba por un mal momento y que entre ambos había discusiones 'como en todas las parejas'. 'Pero ella no me contaba todo', añadió. A la Policía no le consta que la víctima hubiera presentado ninguna denuncia por maltrato.

La mujer, que residía también en la vivienda aunque se encontraba fuera de la misma trabajando cuando ocurrieron los hechos, recordaba que fue ella la que trajo a su pareja a vivir a España hace dos años. 'Mi hija no trabajaba, pero él desde hace unos días sí tenía trabajo, aunque no le gustaba. No sé por qué ayer no fue a trabajar y se quedó en casa', señaló.

Con esta muerte, ya son 17 las víctimas de la violencia de género en lo que va de 2011, una cifra que podría aumentar si se confirma que también fue un crimen machista la muerte de Yanela, una joven ecuatoriana de 22 años cuyo cuerpo sin vida apareció el lunes en una laguna de la localidad navarra de Beriáin con evidentes signos de violencia. En este caso, el juez ha decretado el secreto de sumario tras llamar a declarar al exnovio de la joven.

016: Teléfono gratuito de atención a las víctimas del maltrato. La llamada no deja rastro.

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