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"Unos matan y otros ponemos los muertos", denuncian las víctimas

Entregaron su decálogo de exigencias a los participantes en el cónclave

GUILLERMO MALAINA

Las víctimas de ETA mostraron su enfado por la celebración de la Conferencia Internacional de Paz. Eran poco más de las cuatro de la tarde, cuando unos diez familiares de personas asesinadas por la banda accedieron por la puerta norte a los jardines de la Casa de la Paz, en el Palacio de Aiete, en San Sebastián.

No habían recibido una invitación de la organización de la Conferencia Internacional de la Paz, pero, aunque así hubiera sido, no habrían asistido. Lo dejaron muy claro cuando un miembro de la organización les dijo que sí tenían un lugar reservado en la reunión. En ese momento debatían dentro las seis personalidades internacionales (Kofi Annan, Jonathan Powell, Bertie Ahern, Gerry Adams, Pierre Joxe y Gro Harlem Brundtland) con representantes de todos los partidos salvo PP y UPyD, los sindicatos, la patronal vasca y la Iglesia. '¡No queremos entrar!', decían al unísono. Consuelo, hermana de Gregorio Ordóñez, concejal del PP donostiarra asesinado por ETA, explicó: 'Sólo venimos a hacerles entrega de un libro y del decálogo para que los mediadores que han venido de lejos conozcan la historia de lo que ha pasado aquí'.

'¡No queremos entrar!', gritaron al unísono tras ser invitadas a participar

Se trataba, en concreto, del decálogo que todas las asociaciones de víctimas firmaron en noviembre de 2010, 'imaginándose un futuro sin ETA' y 'con las condiciones que exigen para el final' de la banda. La segunda entrega estaba constituida por varios ejemplares del libro Vidas rotas, de Florencio Domínguez, Rogelio Alonso y Marcos García Rey, que incluye 'la historia de todas y cada una de las 858 víctimas de ETA'. Los organizadores de la conferencia recogieron los ejemplares con el compromiso de entregárselos a las seis personalidades internacionales.

Según la hermana de Gregorio Ordóñez, 'las personas que han venido de Inglaterra, Suráfrica, Francia y Alemania no deben estar nada puestas en la historia más reciente de terror de este país, en la que unos matan y otros ponemos los muertos'.

Acusan a las personalidades del cónclave de desconocer la historia

Además de Consuelo Ordóñez, entre las víctimas presentes figuraban Rubén Múgica, hijo del histórico dirigente del PSE-EE Fernando Múgica; Caty Romero, viuda del policía municipal donostiarra Alfonso Morcillo, y Estíbaliz Garmendia, viuda del policía municipal de Andoain Joseba Pagazaurtundua.

El documento final presentado por las seis personalidades al final del cónclave plantea la necesidad de la reconciliación y el reconocimiento de las víctimas, así como el 'dolor causado'. Era lo de menos para la Asociación de Víctimas del Terrorismo, radicalmente en contra de esta conferencia. Su presidenta, Ángeles Pedraza, la tildó de 'infame'. 'Ha sido la conferencia de la infamia y lo más grave es que haya contado con el apoyo del Gobierno ', dijo, antes de agregar: 'Que a estas alturas tenga que venir alguien a decirle a ETA que deje las armas es vergonzoso'.

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