Contra el viento de las encuestas, que vaticinan el hundimiento electoral del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba aplica la terapia de 'levantarme media hora antes'. Eso y no pensar en el día después.

¿Se ha arrepentido en algún momento de haber asumido la candidatura de su partido?

No.

Y, visto como han catapultado en Francia a François Hollande las primarias, ¿no se arrepiente de que aquí no hubieran llegado a celebrarse más que formalmente?

Sí las hubo, aunque el único candidato fui yo. Es verdad que hubiera sido muy complicado con varios candidatos por el calendario electoral que teníamos. Sobre ese asunto se especuló muchísimo. Se me atribuyó una y otra vez que yo no quería primarias, y a mí me daba igual. Las hubiera ganado, sin ningún problema. Otra cosa distinta era explicar a los españoles que, con una crisis económica como la que tenemos, hay dos ministros haciendo primarias. No había margen, ni siquiera de tiempo.

Pero habrían podido producir una mayor cohesión...

No. Dentro del partido, no. Otra cosa es que hubiéramos hecho unas primarias a la francesa, que son las buenas. Las primarias de verdad son aquellas en las que vota toda la gente, no sólo los militantes del partido.

'Donde he estado, he hecho; Rajoy, ha pasado. Es una realidad como un piano de cola'

Hablando de modelos, ¿cuál sería su modelo a imitar como presidente: Felipe González o José Luis Rodríguez Zapatero?

Si gobierno, será un tercer modelo: el modelo Rubalcaba.

González le acompaña últimamente a todas partes.

Y Zapatero.

Últimamente se le ha visto más con González. ¿Cuál es el papel que desempeña en su campaña?

Felipe es un activo del PSOE. Sería un disparate renunciar a una persona que tiene su capacidad de explicación y de convicción.

¿Y Zapatero?

Lo mismo.

En el caso de González, ¿contaría con él si puede formar Gobierno?

Me parece una pregunta exótica [La idea la lanzó hace meses José Bono y el jueves, durante un acto que compartió con Rubalcaba, el expresidente expresó su disposición para aceptar cualquier encargo del ahora candidato, incluido el desempeño de una cartera ministerial].

¿Quién sería su ministro de Economía?

No he pensado en el Gobierno. Eso se piensa después de las elecciones. No me veo yo con dificultades para hacer un Gobierno potente.

Pero Zapatero, por ejemplo, adelantó parte de su equipo durante la primera campaña.

Zapatero adelantó porque él, en aquel momento, probablemente tenía un gran problema y era que no tenía experiencia de Gobierno, cosa que en mi caso no ocurre. No soy una persona desconocida ni alguien que llega por primera vez a la Administración. Soy, como diría Felipe, material probado. Todo el mundo sabe que tengo suficiente nivel y relaciones políticas como para encontrar media docena de buenos ministros de Economía.

'No me veo con dificultad para encontrar media docena de buenos ministros de Economía'

Acaba de hacer un contraste con Zapatero. Hágalo con Rajoy.

Los dos nos caracterizamos por haber estado en muchos sitios, casi en los mismos. Yo, donde he estado, he hecho; y él, donde ha estado, ha pasado. Es así, esta es una realidad como un piano de cola. Las elecciones en España son presidencialistas, pero en estas hay también un enfrentamiento de valores. Más allá de la gestión concreta de la crisis que haya hecho Zapatero, lo que está pasando en el mundo no es porque la izquierda haya organizado mal los mercados, es porque los valores de la derecha se instalaron en la gestión de la economía global. Y cambiamos los valores que gobiernan los mercados o volveremos a tener los mismos problemas. A los españoles les voy a decir que pueden votar a un Gobierno que defienda el interés general, la solidaridad y la cohesión social o a un Gobierno que diga Quien a Dios se la dé, San Pedro se la bendiga'.

¿Se ha sentido obstaculizado en su campaña por Zapatero cuando ha adoptado decisiones como la reforma constitucional o la inclusión de Rota en el escudo antimisiles?

Los dos jugamos papeles distintos. Él está dirigiendo el Gobierno y tiene sólo en la cabeza los intereses generales, y yo estoy en una campaña electoral y tengo en cuenta los votos potenciales. ¿Coincide esto? Generalmente, sí; pero a veces, no.

En el caso de Rota, ha dicho que el presidente le informó, pero no sabemos si estuvo de acuerdo.

Me informó. Me informó y luego yo he explicado el fondo de la decisión. No compromete nuestra seguridad, sino que nos da más, y en última instancia, afecta positivamente a la zona en la que se va a poner.

¿Y no cree que puede restarle parte de esos votos que busca?

No. Honestamente, no lo creo.

¿El cara a cara en televisión puede modificar significativamente la situación?

El debate es un derecho de los ciudadanos y estoy satisfecho de que se cumpla parcialmente. ¿Puede movilizar? En todo caso, me va a permitir contrastar mi propuesta con la de Rajoy y explicarla masivamente a los ciudadanos.

'Las primarias en mi partido las habría ganado, sin ningún problema'

La exigencia del PP de que no fuera en la televisión pública, ¿no dinamita o mancha el logro de haber convertido RTVE en una cadena independiente?

El PP sabe que nosotros no podemos aceptar que no haya un debate en la televisión pública y no es verdad eso de que la Junta Electoral lo prohíbe. La alternativa que nos dieron fue: uno o ninguno. Cuanto más tiempo pasaba sin aceptar uno, más íbamos a ninguno.

¿Tiene plan B por si pierde las elecciones?

El día 21 contestaré a esta pregunta. Lo contrario sería introducir una distorsión psicológica. Es como el futbolista que va a jugar la final de la Copa del Mundo y sale pensando: qué hago por la tarde si pierdo'. Es lo último que piensas. En lo que piensas es en ganar y en pelear.

Si pierde, ¿pedirá a su partido una segunda oportunidad y optará a la Secretaría General?

El 21.

El congreso del PSOE, ¿mejor antes o después de las elecciones en Andalucía?

Eso también a partir del 21.

Esta entrevista comienza en la parte 1: 'La culpa es de José Luis'