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"Me ha devuelto la esperanza en la juventud"

 

 

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ROMÁN OTER

Taxista jubilado. 77 años

Es uno de los 'abuelos del 15-M'. A sus 77 años, con una boina calada y un megáfono en la mano, arengó a centenares de jóvenes reunidos en la primera concentración del movimiento frente al Congreso de los Diputados. 'Os envidio. Tenemos toda la razón y los compañeros policías lo saben', les dijo. '¡Este hombre sí nos representa!', respondió entonces un coro de voces indignadas.

Desde su casa del barrio de San Blas (Madrid), donde comenzó a bregar en la lucha vecinal, Román recuerda con 'especial cariño' aquella noche de verano en las inmediaciones de Las Cortes. 'El 15-M me ha quitado 40 años de encima y me ha devuelto la esperanza en la juventud', asegura. La primera vez que fue a la Puerta del Sol se quedó hasta las cinco de la mañana. Y se enganchó. 'Es que yo allí he vivido debates maravillosos', se justifica.

Taxista jubilado, no es una cara nueva en los movimientos sociales. Antiguo militante del PCE, primero, y del PCPE, después, se volcó en otra batalla, la de la memoria histórica, cuando se bajó del taxi. Tras el despertar del 15-M, le queda otra meta: 'Descansaré cuando llegue la república'.

ALEJANDRA GALLEGUILLOS

Desempleada. 20 años

Hasta que surgió el Movimiento 15-M, Alejandra Galleguillos, de 20 años, era 'una joven normal'. Sus preocupaciones eran estudiar y tener algún trabajo a tiempo parcial con el que pagarse los gastos de las salidas del fin de semana. El 'boca a boca' le llevó a la plaza de la Virgen Blanca, donde se reunían los indignados de su ciudad, Vitoria. Y decidió implicarse a fondo. Cuando se levantó la acampada, se enroló en una marcha a pie con la que llegó a Madrid a finales de julio.

Días después, se unió a otros caminantes rumbo a Bruselas y, el 8 de octubre, tras casi dos meses de marcha, llegó a la capital administrativa de la UE. Ahora, se prepara para unirse a la marcha internacional a Atenas, en la que se unirán indignados de varios países.

El Movimiento 15-M le ha descubierto la manipulación que, a su juicio, ejercen sobre la ciudadanía 'los que tienen el poder'. 'Nos dicen que tenemos que trabajar, consumir y cerrar la boca', lamenta. Ahora es 'nómada' y 'más feliz'. 'Tenía la inquietud, pero no las preguntas y, por tanto, tampoco las respuestas. He despertado gracias al 15-M', sostiene.

OLMO GÁLVEZ

Emprendedor. 31 años

Olmo Gálvez es uno de los protesters a los que la revista Time reconoció hace unos días como personaje del año. Integrante de Democracia Real Ya (DRY), este joven emprendedor, afirma que el Movimiento 15-Mha conseguido cambiarle. 'Antes sabía que había cosas que modificar, ahora creo que es posible hacerlo', asegura. Y añade que la 'revolución' que ha supuesto el 15-Mes 'un cambio de conciencia, no un circo mediático'.

Asistió a la manifestación que el colectivo Juventud Sin Futuro organizó el pasado abril. Fue para contar lo que ocurría a través de Twitter, pero se topó con gente con ganas de cambiar las cosas, entre ellos los que comenzaban a poner los cimientos de DRY. Y preguntó cómo podía participar. Durante estos últimos meses, ha colaborado en la difusión y en la expansión internacional del movimiento.

Pero ¿cuáles fueron sus razones para la indignación? 'Cada generación tiene que ayudar al progreso de generaciones anteriores, tal y como nuestros padres lo hicieron en la Transición. Es nuestro turno y la situación actual es la propicia', declara.

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