Las polémicas en las que se ha visto envuelta la Mesa del Congreso de los Diputados en las últimas semanas empiezan a preocupar al máximo órgano de la Cámara Baja. Este martes, durante la reunión de los martes, se planteó la necesidad de detener las filtraciones que, después de cada deliberación, inundan los periódicos.

Aunque el debate no fue más allá, a la salida, el representante de CiU, Jordi Jané, propuso una idea de manera informal: recuperar la figura del portavoz de la Mesa, desaparecida bajo mandato de Aznar.

Minutos después, los periodistas aprovecharon para trasladar a los portavoces de los grupos mayoritarios la propuesta. Aunque ninguno tenía noticias de la idea, no la descartaron. Fuentes del grupo socialista incluso, comentaban esa misma mañana que “cualquier medida que permita a los miembros de la Mesa hacer su trabajo más cómodo será bien recibida”. “Esa o cualquier otra”, apostillaban.

Son los propios miembros de la Mesa quienes más han sufrido la polémicas de las últimas semanas. Este martes, varios reconocían estar “hartos” del foco mediático centrado sobre ellos. Creen que a nadie beneficia que la Cámara acabe por convertirse en un “show” ni que sea visto como un “pim, pam, pum” entre los grupos.

Aunque todos los grupos coincidían en la necesidad de recuperar el espíritu institucional de la Mesa, discrepaban en la gravedad de los incidentes. El malestar existe, lo que varía es el grado. Así, mientras que la mayoría de los miembros del órgano lo consideraron “una mera conversación de café”, algún representante conservador cargaba las tintas en la actitud del presidente Bono respecto a los últimos episodios, “algo dictatorial”.

Entre los grupos minoritarios, consideran que es precisamente de la lucha partidista de lo que hay que proteger a la Mesa del Congreso. “El PP ha encontrado entre Bono y el PSOE una brecha en la que van a seguir hurgando”, explicaban convencidos. “Es el PP quien está en mejor situación para silenciar esas filtraciones”, comentaba irónico otro miembro de la Mesa.