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México es el primer país en facilitar el voto inmigrante en España

El presidente Calderón anuncia a De la Vega las reformas necesarias para permitir la reciprocidad

ANA PARDO DE VERA

El presidente de México, Felipe Calderón, ve con buenos ojos la iniciativa socialista de que los inmigrantes con residencia legal participen, al menos en las elecciones municipales, en la vida política española. El PSOE tiene previsto llevar al Congreso el mes que viene una proposición no de ley para posibilitarlo.

México no es de los países que poseen más emigrantes con tarjeta de residencia en España (unos 13.000), pero cualitativamente, para el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero resulta de gran importancia contar con el respaldo de este país, cuyos lazos sociales, culturales y políticos resisten al tiempo y al vasto Atlántico.

El presidente mexicano mantuvo ayer en la capital azteca una reunión con la vicepresidenta primera española, María Teresa Fernández de la Vega, en el Palacio Nacional, sede de su poder ejecutivo federal. México no es de los países que cuentan con la requerida reciprocidad con España que marca la Constitución en su artículo 13.2: 'Sólamente los españoles serán titulares de los derechos reconocidos en el artículo 23 [participación electoral y acceso a cargos públicos], salvo que, atendiendo a criterios de reciprocidad, pueda establecerse por tratado o ley para el derecho de sufragio activo y pasivo en las elecciones municipales'.

Felipe Calderón se comprometió con María Teresa Fernández de la Vega a 'estudiar en profundidad' todas las reformas legislativas necesarias para dar luz verde a esa reciprocidad y que todos los emigrantes mexicanos con residencia permanente en España puedan participar en las elecciones municipales de 2011.

El país que hoy preside Felipe Calderón fue uno de los grandes receptores y anfitriones de españoles en el exilio durante la dictadura franquista y, como otros tantos de la comunidad latinoamericana, no recibió de buen grado la directiva de retorno europea -conocida como directiva de la vergüenza-, especialmente, en lo que concierne a los plazos de retención de inmigrantes sin papeles hasta que son devueltos a sus países, que la UE ha fijado en un límite máximo de 18 meses.

'Ningún inmigrante en España se verá afectado por esta normativa', le trasladó ayer De la Vega al presidente mexicano, al tiempo que le explicó que nuestro país tiene sus propios plazos que, aunque aún están en estudio, distan mucho de ser los que marca Europa.

El presidente mexicano, según confirmaron algunos de los presentes en la reunión, dijo quedarse muy tranquilo con las palabras de la número dos del Ejecutivo español, a las que suma su plena confianza en la política migratoria del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

España cuenta en estos momentos con 2,1 millones de extranjeros que podrían beneficiarse del voto en las elecciones municipales de 2011. El mayor número de residentes extracomunitarios proviene de Marruecos, Ecuador y China.

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