No sólo los agentes de la Guardia Civil están molestos por las insinuaciones que han relacionado el repunte de la siniestralidad con la huelga de multas o de bolis caídos que tienen en marcha para reivindicar mejoras laborales. 'Es una idea completamente desproporcionada, fuera de lugar', asegura el responsable de Seguridad Vial del RACE, Tomás Santa Cecilia.

Coincide con él el presidente de Automovilistas Europeos, Mario Arnaldo, quien denuncia que es 'miserable vincular los siniestros con la huelga de los agentes'. Según explica Arnaldo, 'la mera presencia de la Guardia Civil tiene un efecto preventivo' sobre los conductores, aunque los agentes se limiten a amonestar verbalmente a los infractores, sin imponerles una sanción.

Si esto es así, hay razones para el optimismo durante este fin de semana, ya que Tráfico desplegará a 10.000 guardias civiles por la red de carreteras. Son mil más que el año pasado en la misma operación especial del 15 de agosto, en la que murieron 31 personas. Junto a ellos, trabajarán miembros de la Guardia Civil Rural y 13.000 empleados de Fomento (3.000 más que en 2009).

'Todo el personal va a estar estos días en la carretera para conseguir que el puente sea seguro y no haya accidentes', aseguró ayer el subdirector de Tráfico y Movilidad de la DGT, Federico Fernández. Para ello, se suprimirán las obras que puedan afectar a la movilidad, se doblará la vigilancia y se restringirá la circulación de camiones y la celebración de eventos en las carreteras.