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La 'Nacional II' ve "muy difícil" apoyar a Cayo Lara

El grupo avisa al PCE de que haber logrado el respaldo más alto no le asegura la coordinación de IU

JUANMA ROMERO

Con Izquierda Unida hay que contar siempre con una premisa nítida: que siempre puede haber sorpresas y que nunca todo está atado y más que atado. Y menos, cuando se acerca el momento de elegir a su coordinador general. El intento se frustró en la IX Asamblea, y queda pendiente para la reunión al completo del Consejo Político Federal (CPF) –el máximo órgano de dirección, de 180 miembros–, prevista para el 14 de diciembre, como se avanzó ayer.

Los corrimientos son todavía mínimos, pero en la Nacional II, el grupo bisagra, ha prendido una idea: que “hoy por hoy”, parece “muy difícil” que pueda apoyar a Cayo Lara, el candidato del PCE, como líder de IU, según confirmó ayer a Público un destacado dirigente de esta corriente. “El partido tiene que tener una cosa clara: no servirá de nada hacer valer que ha de ser coordinador el número uno de la lista más votada en la asamblea. Cayo obtuvo el 43%, cierto. ¿Es eso mayoría suficiente acaso? El PCE sostiene la tesis de que ganó el congreso, y no es así, que no se equivoque”, apostilló.

En la N-II insisten en que el recado a los comunistas “no predispone” las cosas en favor de los fieles a Gaspar Llamazares. “Escucharemos a todos, veremos qué propone cada candidato y después decidiremos, aunque es verdad que políticamente sintonizamos más con los gasparistas. Pero hoy apreciamos que una parte del PCE, no todo él, se comporta de forma muy talibán, que quiere ganar o ganar”, sentencia este dirigente.

Los próximos a Llamazares y la N-II esgrimen los “números más realistas” que arroja la segunda vuelta, donde ambos sumarían el “51-52%” de los votos del CPF y los comunistas, por sí solos, “un 41-42%”, porcentaje que el PCE corrige ligeramente al alza, hasta el 43-44%. Las otras dos listas juntas, la del Colectivo de Unidad de Trabajadores (CUT) y la de los no alineados, pesarían un 7%. “Con el apoyo de los no alineados rozaríamos el 50%”, afirma un portavoz del PCE, “pero, en todo caso, lo que no entenderíamos es que se violentase el resultado de la asamblea, que dijo alto y claro que prefería a Cayo”. El partido no se plantea por ahora relevar a Lara por otro dirigente.

A los gasparistas se les siente escaldados. Estuvieron a punto de cerrar en el cónclave con la N-II un acuerdo en torno al balear Eberhard Grosske. Y se frustró. “Seamos prudentes. Que vean difícil respaldar a Cayo cuadra, pero ¿eso significa que van a avalar a Eberhard? ¿Que retiran a su candidato, Joan Josep Nuet?”, inquiere una responsable del grupo. Un miembro del PCE plantea otra cuestión: “¿Van a permanecer unidos en la N-II? Creo sinceramente que no, que Madrid y Aragón quieren a Cayo”.

La N-II responde a ambos. Uno, que Nuet está “hoy por hoy descartado”. Y dos, que no se fraccionará. “Ahora tenemos la cabeza fría y llegaremos vivos al proceso sin dividirnos. Que nadie se invente imposibles”, zanja un dirigente.

 


El “G-14 social”, la comisión de 14 miembros que dirigirá IU interinamente, tomó ayer su primera decisión: que el CPF se reúna al completo el 14 de diciembre. Sólo faltó, por parte del PCE, la líder de IU en Valencia, Glòria Marcos. El 14-D coincide con el aniversario de la huelga general de 1988. 'Podría ser una conmemoración, teniendo en cuenta la situación que están sufriendo miles de trabajadores', aseguró Cayo Lara.

La IX Asamblea asignó 90 sillas del CPF. Otras 20 las ocupan los coordinadores regionales. Las otras 70, las federaciones. El G-14 hizo un primer reparto ayer, pero le falta decidir si incluye a dos federaciones nuevas del exterior, México y Reino Unido.

IU fijará en los próximos días el calendario de mil actos en apoyo a los trabajadores y para luchar por “una salida social a la crisis económica”. 

 

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