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"No veo a nadie mejor que Zapatero como candidato"

Francesc Antich. Presidente del Govern de Balears. Confía en obtener réditos de la lucha contra la corrupción y compensar así los efectos de la crisis

CAROLINA MARTÍN

Con las autonómicas en el horizonte, el presidente de Balears, Francesc Antich (Caracas, 1958) espera que los ciudadanos valoren más el próximo 22 de mayo los esfuerzos que ha realizado su Gobierno para 'afrontar viejas formas de mala gestión las instituciones' y luchar contra la corrupción que los efectos de la crisis. Fue el único barón socialista que avaló a Zapatero en 2000 y, diez años después, sigue viéndolo como el mejor candidato. El líder regional del PSOE defiende las medidas del presidente porque ha tratado de 'dar soluciones en el presente' con la vista puesta en el futuro.

¿Debería Zapatero despejar la incógnita sobre si será el candidato en 2012?

En estos momentos, no es bueno que Zapatero abra este debate. El partido tiene sus tiempos para hablar de ello. Ahora, estamos todos en procesos electorales, entramos en el de las comunidades autónomas y en el de los ayuntamientos. Por otro lado, yo, de momento, no veo a nadie mejor que Zapatero.

¿Ha perdido músculo el Gobierno de Zapatero?

No creo que haya perdido músculo sino que en estos momentos hay muchos más problemas que en épocas de tranquilidad económica. Todos los gobiernos a los que les toca afrontar una crisis tienen especiales dificultades, como el alemán, el mío o el de Obama.

Se habla de poszapaterismo y surgen nombres

Yo no tengo ningún interés. Lo que se discute en Madrid siempre tiene más fuerza que lo que se discute en otras comunidades.

¿Invitará a Zapatero a hacer campaña con usted en Balears?

Está permanentemente invitado. Nosotros no tenemos ningún problema. En esta legislatura, la colaboración del Gobierno de Balears con el de España ha hecho que se resolvieran temas históricos como el nuevo sistema de financiación, que es muy positivo para Balears, y se han duplicado las inversiones directas del Presupuesto del Estado.

¿Cree que la crisis le pasará factura a usted en el Gobierno?

Como decía, todos los gobiernos están expuestos a recibir los efectos del malestar de la gente en periodos de crisis. Sin embargo, creo que los ciudadanos sabrán valorar los esfuerzos que hemos hecho en esta legislatura para afrontar viejas formas de mala gestión de las instituciones, con unos porcentajes de corrupción muy importantes y la crisis de un modelo que en Balears tenía un representante muy claro, que era el PP.

De cara a las elecciones de 2011, ¿maneja encuestas propias sobre el posible resultado en las islas?

No, pero he visto encuestas hechas por algunos medios y mi lectura es que el resultado está ajustado, como siempre en Balears.

¿Por qué la izquierda no ha sido capaz de lograr una mayoría nunca en Balears?

Porque algunos partidos, diríamos nacionalistas, se han visto como representantes del centro y porque una parte importante de ese centro ha dado apoyo al PP. Pero eso está cambiando. En esta legislatura, el PSOE y otras fuerzas progresistas han demostrado una capacidad clara de dar respuesta a temas que parecía que sólo podría afrontar el PP, como los asuntos económicos. También es cierto que en Balears la derecha ha estado unida y la izquierda, muy dividida.

¿Qué explica la alta tasa de corrupción en Balears?

La primera interpretación es que no había ningún tipo de control y, por otra parte, que había mucha gente con poca sensibilidad pública.

El PP de Balears anunció que dejará fuera de las listas a los políticos imputados. ¿Es una buena forma de luchar contra la corrupción?

Creo que no. La mejor forma de luchar contra la corrupción es crear nuevas normas y formas de gestionar las instituciones que estén pactadas por todas las fuerzas políticas, como hemos impulsado desde el Gobierno. Por ejemplo, se ha pactado una ley del sector público y el consejo de gobierno ha aprobado la Ley de Buen Gobierno que conseguirá que haya mayor transparencia en la gestión pública y mayores controles. Luchar contra la corrupción significa poner más interventores y que hagan lo que han hecho en esta legislatura, que ha sido eliminar todo lo que no era acorde con el buen funcionamiento de las instituciones. Recuerdo que Jaime Matas no llevaba ningún imputado en sus listas.

Más interventores. ¿Cree que aún quedan casos por descubrirse?

Espero que no, pero creo que es muy importante todo el trabajo que se ha hecho desde la Consejería de Hacienda para aumentar los controles. Espero que no sólo ayude a controlar lo que se ha hecho sino a prevenir que las empresas públicas, que es donde se han dado más casos de corrupción, funcionen bien. Una cosa es la corrupción y otra, la mala gestión.

¿Por qué no comparte la medida de no llevar en las listas a imputados por corrupción?

Desde el primer momento, hemos defendido que, si una persona tiene medidas cautelares, no puede estar en la gestión del Gobierno, pero la simple imputación puede dar lugar a grandes injusticias y podemos estar criminalizando a gente que, simplemente, esté sufriendo las iras de otra formación.

¿Ese discurso no confunde a los ciudadanos?

En política, uno tiene que tener claro aquello que defiende y cuáles son los valores. Siempre cuesta más explicar determinados valores, sobre todo los de izquierdas, cuando tienes delante una formación política que responde a todo a golpe de consigna.

El tercer problema de los españoles, según el CIS, son los políticos. ¿Quiere decir que sólo los generan los de izquierdas?

No, pero tendremos que esmerarnos para que la gente entienda determinadas actuaciones si creemos que son justas y buenas para la sociedad, aunque sean difíciles de explicar.

¿Es partidario de recuperar el discurso de valores de izquierdas en el PSOE que algunos sostienen que han perdido?

Nuestra tarea es actualizar de forma permanente los grandes valores a través del trabajo político. La izquierda tiene que hacer realidad esos valores.

¿Aunque impliquen congelar las pensiones?

Quizás deban tomarse algunas de estas decisiones cuando uno tiene que pensar en las generaciones que tienen 30 años ahora para que un día puedan tener una pensión como los que tienen 60 y pico hoy. La socialdemocracia debe afrontar que no podemos estar pensando siempre en el presente sino que hay que meter el futuro en la política. Si se hubiese hecho cuando unos impulsaban tanto ladrillo, ahora no tendríamos tantas personas en el paro. Introducir el futuro en la política significa dar soluciones en el presente, teniendo en cuenta que estas no pueden hipotecar el futuro. Este es uno de los temas que intenta impulsar el presidente Zapatero, a pesar de que es difícil explicarlo.

Habla de transparencia. ¿Sus cuentas son públicas?

No tienen ningún atractivo. Lo que gano es público y no tengo más, excepto el domicilio particular. La Ley de Buen Gobierno prevé crear una oficina dedicada a estos temas.

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