La ola de calor sahariano que desde el lunes se ha instalado en España se ha cobrado en las últimas horas sus dos primeras víctimas. Una mujer de 55 años falleció ayer en Sevilla debido a un fallo multiorgánico provocado por un golpe de calor, según informó la delegación provincial de Salud. La mujer, diabética, ingresó el martes en el Hospital Virgen Macarena de la capital hispalense. Salud atribuye la desgracia a la falta de aislamiento en la vivienda de la víctima.

Mientras, en Badajoz, un portugués de 24 años falleció hace dos días también por un golpe de calor. Según explicó ayer la Delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira, el joven trabajaba en la depuradora de Villar del Rey. Fue un compañero de piso quien encontró al joven, inconsciente en la cama de su domicilio. Los servicios médicos intentaron reanimarle no pudieron hacer nada por salvar su vida. El cadáver presentaba una elevada temperatura corporal, aunque todavía se desconocen los resultados de la autopsia.

El verano pasado, seis personas murieron en España por golpes de calor. El Ministerio de Sanidad recordó la semana pasada una serie de recomendaciones para evitar este tipo de accidentes, como beber líquidos con frecuencia, llevar ropa ligera y evitar la exposición solar excesiva en las horas centrales del día.

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ya predijo a finales de junio un verano más caluroso de lo habitual. De hecho, los termómetros registraron ayer las temperaturas más altas del año, con más de 40 grados en muchos puntos del interior peninsular. En la provincia de Jaén llegó a activarse la alerta roja por el calor extremo.

No obstante, la situación será más llevadera a partir de hoy debido a un descenso térmico generalizado. Aun así, la Aemet ha activado hoy la alerta naranja o amarilla en 24 provincias por altas temperaturas que oscilarán entre los 35 y los 40 grados, o bien por tormentas.