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Patxi López y Madina rechazan participar en la carrera de la sucesión

Griñán adelanta su apoyo a Rubalcaba como secretario general. Tomás Gómez destaca 'la importancia de que haya más de un candidato'

MIGUEL Á. MARFULL

Cuando aún no se ha pavimentado siquiera la pista sobre la que competirá quien aspire a la Secretaría General del PSOE, dos de las opciones mejor situadas en la línea de salida renunciaron ayer a la carrera. Para 'acabar con la rumorología', el portavoz del Partido Socialista de Euskadi,José Antonio Pastor, aseguró 'con toda rotundidad' que el lehendakari, Patxi López, no aspirará a dirigir el PSOE en el próximo Congreso Federal que se celebrará en febrero de 2012.

Para atajar cualquier tentación especulativa, Pastor afirmó que el lehendakari no adelantará las elecciones al Parlamento vasco y será, de nuevo, el candidato del PSE en esos comicios autonómicos 'que se celebrarán cuando correspondan'. El mandato de López concluye en 2013.

El líder de los socialistas vascos se descolgó así de los preámbulos del 38º Congreso socialista al mismo tiempo que el número dos del PSOE en el Congreso, Eduardo Madina, también del PSE y con una proyección creciente en el organigrama socialista. 'Yo no estoy en eso y no voy a estar', zanjó tajante el dirigente vasco.

'Conozco bien el tamaño de mi partido, la grandeza del PSOE y me conozco a mí mismo y conozco mi tamaño. Sé que mi volumen no puede dirigir el volumen del primer partido de este país y toda su grandeza histórica y todo el futuro que tiene por delante', argumentó Madina.

En declaraciones al programa Al rojo vivo, de La Sexta, el secretario general del Grupo Parlamentario Socialista evitó pronunciarse sobre el papel que puedan desempeñar en el debate del relevo el excandidato Alfredo Pérez Rubalcaba y la ministra Carme Chacón. 'El partido no está en eso', se desentendió, verbalizando la fórmula más extendida en la cúpula socialista para despejar la cuestión.

El portavoz del PSE rechaza «con toda rotundidad» la baza del lehendakari

Situados teóricamente en primera línea ante el horizonte de la sucesión abierto en el PSOE, ni Rubalcaba ni Chacón aclararon tampoco qué papel se reservan en el futuro inmediato de su partido. Ni de forma oficial ni de manera oficiosa. Ni de viva voz, ni a través de dirigentes interpuestos adelantó ninguno intenciones.

Esperar. Es la estrategia con la que se emplea, en público y en privado, el entorno de Rubalcaba. 'Es verdad que hay mucha gente que le pide que lidere este proceso, pero él no lo ha decidido y, por lo tanto, de momento, lo que hay que hacer es esperar a ver cuál es su decisión y si hay alguna otra de algún otro compañero o compañera', apuntó Elena Valenciano, lugarteniente del excandidato en su frustrado intento de ganar la Moncloa.

'Alfredo está haciendo su propia reflexión y su propia composición de lugar (...). Tiene que tomar su decisión, pero no es un político de segundo nivel', apostilló el secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias, volcado ya en la infraestructura y la logística del 38º Congreso Federal.

El 38º Congreso se celebrará en Sevilla los días 3, 4 y 5 de febrero

La trascendental cita en la que cambiará de mano el cetro del poder socialista se celebrará en Sevilla el 3, 4 y 5 de febrero, como adelantó ayer Público.es. El escenario elegido pretende contraprogramar el 17º Congreso Nacional del PP, convocado también en la capital andaluza sólo dos semanas después, el 17, 18 y 19 de febrero.

Andalucía copa así la atención de los dos partidos mayoritarios. El PSOE aspira a que su cónclave del relevo sirva también de trampolín para relanzar su marca en esta comunidad, que celebrará elecciones en marzo. La cita congresual de los socialistas intenta ser una palanca para impulsar a un PSOE andaluz en su peor momento electoral tras sufrir un severo revés el pasado 20-N.

Mientras se perfilan los preparativos para el Congreso que convocará formalmente el próximo sábado el Comité Federal socialista la cúpula dirigente del PSOE extremó su cautela a la hora de concretar su apuesta de futuro.

José Antonio Griñán, el líder de la potente federación andaluza es la que más delegados aporta al cónclave fue el más explícito dentro de la intencionada ambigüedad con la que se protege la direccióndel PSOE. Rubalcaba 'ha hecho una campaña extraordinaria, es lo mejor de lo mejor, está sentado en el Congreso, condición casi imprescindible para que alguien pueda ser secretario general y estar haciendo la oposición y al mismo tiempo Andalucía lo quiere', apuntó en Canal Sur Radio.

'Hay que respetar los tiempos y los tiempos de otros', terció el secretario regional del PSOE en Castilla y León, Óscar López. 'La gente tiene derecho a reflexionar y pensar'. Ante la cita de febrero, López abogó por una renovación 'intergeneracional', es decir, definir el proyecto político del PSOE para buscar después 'a las mejores personas, más allá de que en el DNI ponga 32 o 58 años'.

Desde Madrid, su secretario general, Tomás Gómez, introdujo una variable nueva en el discurso del PSOE al destacar 'la importancia de que haya más de un candidato a la Secretaría General, porque se amplían los horizontes democráticos', según adujo. 'Voy a hacer todo lo que esté en mi mano para que haya más de un candidato y que sean los militantes, las bases del partido, los que tomen la decisión', subrayó. 'El futuro del PSOE no lo pueden decidir un grupo de dirigentes, tienen que decidirlo los afiliados', concluyó el líder del PSM.

'Yo no estoy en eso y no voy a estar', se autodescarta Eduardo Madina

Otros dirigentes socialistas se unieron a esta recomendación, entre ellos el exministro y excandidato José Borrell,que reivindicó el procedimiento empleado por los socialistas franceses con debates televisados entre candidatos para elegir al nuevo líder socialista.

'Es el momento para que el PSOE haga las cosas con calma', manifestó en la Cope, donde abogó por un proceso de elección del candidato 'más participativo y más abierto' que el que convirtió a Rubalcaba en cabeza del cartel electoral de las pasadas elecciones generales.

El exdiputado José Antonio Pérez Tapias, uno de los portavoces de la corriente Izquierda Socialista, apostó también por la coincidencia de varios aspirantes a la Secretaría General. Según lamentó, se está extendiendo la idea de que 'la concurrencia de candidatos daña la unidad' del PSOE. 'Así no se avanza en democracia interna', advirtió.

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