La esperadísima sentencia sobre el Estatut de Catalunya que dictó ayer el Tribunal Constitucional parece no satisfacer a ninguna formación, al menos no plenamente. Entre las personalidades y los grupos políticos que se han pronunciado, las opiniones son heterogéneas y priman los 'peros' a un fallo que deja tocado al texto catalán y que declara anticonstitucionales 14 artículos e interpreta otros 27.

La vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, asegura que la sentencia dictamina que el Estatut 'no rompe España, no da a los catalanes distintos derechos del resto de los españoles y no modifica la Constitución por la puerta de atrás'.

Por parte del PP, su presidente, Mariano Rajoy, ha asegurado que 'no es momento de excesos', por lo que ha pedido serenidad y responsabilidad tras el fallo, al tiempo que abogaba por 'mirar al futuro con ánimo de concordia'. Rajoy, cuyo partido presentó el recurso de inconstitucionalidad sentenciado ayer, cree que las instituciones funcionan en España, aunque 'a veces con retraso' y cree que ahora el Estatut está 'adaptado a las reglas del juego'.

El jurista y 'padre' de la Constitución Gregorio Peces-Barba avaló la sentencia aunque discrepó de una sola cuestión: 'Creo que no solo en el preámbulo, sino que podía estar en el articulado, que Cataluña es una nación'. 'A eso no le hubiera dado importancia, y hubiera evitado algún problema. Pero en este tema, el TC se ha pasado y se ha equivocado'.

El presidente de la Comisión Constitucional del Congreso, Alfonso Guerra, la ha calificado de 'bastante sensata', y afirmó que el presidente de la Generalitat, José Montilla, ahora tiene que hacer 'ruido' . 

Por el contrario, el presidente del Parlamento catalán, Ernest Benach, aseguró que la sentencia 'provoca una crisis de Estado ', puesto que, a su juicio, rompe el pacto entre la Cámara catalana y las Cortes e ignora la voluntad que expresaron los ciudadanos de Cataluña en referéndum.

El presidente de CiU, Artur Mas, dijo que es una 'evidencia' que aquellos que interpretan la Constitución han puesto 'límites definitivos' al autogobierno de Cataluña, a la vez que dijo que queda 'tocado' el pacto constitucional de 1978.

El diputado de Izquierda Unida en el Congreso, Gaspar Llamazares, garantizó que su formación acata la sentencia pero no la comparte ni en el fondo ni en la forma, ya que considera su contenido 'conservador, restrictivo y corporativista' y censura que los magistrados hayan optado un fallo que trocea la norma 'en lonchas como si fuera un salchichón'.