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PNV, PSE y PP desoyen a la nueva Batasuna

Sólo EA y EB aprecian un 'nuevo paso' en la apuesta 'exclusivamente' por las vías políticas

GUILLERMO MALAINA

Las fuerzas políticas y el Gobierno vasco no se movieron hoy ni un ápice en sus posicionamientos tras conocer el manifiesto presentado el sábado por la izquierda abertzale en Pamplona. El PNV, el PSE y el PP mantuvieron sus exigencias, sin observar novedades en dicho documento. Sólo EA y EB —la marca de IU en Euskadi— apreciaron un 'nuevo paso' en la apuesta de la ilegalizada Batasuna por las vías 'exclusivamente' políticas.

Así, el nuevo documento de la izquierda abertzale no ha tenido, en principio, efecto en los planteamientos ya conocidos de las distintas formaciones y el Gobierno vasco de Patxi López. En el texto en cuestión, la ilegalizada Batasuna profundiza en la vía de Alsasua y reivindica por primera vez abiertamente que 'el proceso de liberación nacional y social [de Euskadi] debe basarse en la actividad exclusivamente política'. Además, emplaza a ETA y al Gobierno español a atender la declaración de Bruselas de mediadores internacionales; es decir, pide directamente a la banda un alto el fuego y al Ejecutivo que responda a este adecuadamente.

La portavoz del Gobierno vasco, la socialista Idoia Mendia, se mostró escéptica ante este nuevo manifiesto e instó a la izquierda abertzale a pedir a ETA 'que deje las armas de una vez y para siempre si realmente es lo que está diciendo en el fondo [del escrito]'.

El ministro de Fomento, José Blanco, recordó de nuevo, en una entrevista en Deia, sin referirse exactamente al documento conocido el sábado, cuál es la postura del Ejecutivo de Zapatero: 'No me interesa el enésimo intento de travestismo de la izquierda abertzale. O condena la violencia o está condenada a la ilegalidad'.

El texto político de la ilegalizada Batasuna, que deposita en la 'acumulación de fuerzas' sus esperanzas para impulsar un proceso de diálogo, tampoco ha tenido por ahora efectos en el PNV. Su presidente, Iñigo Urkullu, dijo que espera que la izquierda abertzale se dé 'cuenta de que tiene que asumir su mayoría de edad' y 'dar los pasos suficientes para vivir solamente en política'. Y agregó: 'Esta experiencia ya la hemos conocido en ocasiones anteriores, donde hemos acompañado a la autodenominada izquierda abertzale. En esta ocasión, saben que lo tienen que hacer ellos solos'.

El presidente del PNV en Guipúzcoa, Joseba Egibar, también reaccionó de forma crítica con el ritmo del proceso de la izquierda abertzale, al lamentar que crea que 'el pueblo puede esperar' y que este 'debe ajustarse a su ritmo'. 'La ecuación es diferente: el respeto se le debe al pueblo y no al revés', sentenció.

Para los socialistas vascos, el mensaje de Pamplona 'no es, ni mucho menos', lo que esperaban oír: el rechazo de la violencia de ETA. El portavoz del PSE, José Antonio Pastor, censuró también que 'los herederos de Batasuna' planteen ahora que la actividad de la banda es 'un obstáculo para su proyecto político' debido a una 'mera estrategia' y no por 'convencimiento moral'.

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, insistió en esa línea en que el final de la violencia debe pasar 'por la condena del terrorismo' y advirtió de nuevo de que su partido estará 'muy vigilante' con el Gobierno para evitar que 'ETA se presente a las elecciones' en 2011.

EA, el mayor respaldo que tiene hoy la izquierda abertzale, se felicitó por el documento. Su secretario general, Pello Urizar, destacó que 'de nuevo ha dejado claro que la apuesta es política y pacífica', y confió en que la situación 'vaya aclarándose todavía más'. El coordinador de EB, Mikel Arana, dijo que la formación abertzale ha dado un 'nuevo paso' y que este demuestra que 'ETA cada vez está más sola'.

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