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PNV y PP acaban con una década de "incomunicación"

Urkullu reitera al PSOE que no tiene «prefijado» su apoyo para los Presupuestos

MIGUEL ÁNGEL MARFULL

Las relaciones entre el PP y el PNV han sido tradicionalmente malas, cuando no inexistentes. Ayer, ambos partidos escenificaron un esfuerzo de normalización en vísperas de una semana parlamentaria clave en la que el Gobierno se enfrenta al debate sobre el estado de la nación.

El PNV ha sido el último sostén del Ejecutivo para aprobar los Presupuestos Generales del Estado. El apretón de manos entre el presidente de la formación nacionalista, Iñigo Urkullu y el líder del PP, Mariano Rajoy, puso fin ayer a más de diez años de 'incomunicación' y mostró al PSOE la amenaza de una convergencia política que aún es muy lejana, pero ya no es imposible. Al menos, se hablan.

Reunidos durante una hora en el despacho de Rajoy, los responsables del PP y el PNV intercambiaron argumentos en un primer contacto que ya supone por eso un avance en sí mismo. No hay más, según precisaron ambas partes. Urkullu rehuyó la palabra 'pinza' aplicada a un eventual acuerdo inviable mientras el PP sostenga a Patxi López como lehendakari y Rajoy admitió que no abordaron estrategias de actuación conjunta en el Congreso.

'Hoy no es más que el inicio de una relación', resumió el líder del PNV, que reforzó su papel clave en el juego de mayorías del Parlamento sin decantarse a derecha o izquierda. El concurso de los seis diputados del Grupo Vasco es clave para la aprobación de los Presupuestos. Desde esta su posición privilegiada, Urkullu negó que tenga 'prefijado' su voto ni 'vocación' alguna de alcanzar un 'pacto estable' con el PSOE o el PP. En cualquier caso, el líder vasco no se mostró partidario de las elecciones anticipadas a las que estaría abocado el Gobierno si no logra sacar adelante las cuentas públicas.

Urkullu no introdujo en el tablero político elementos de incertidumbre al rechazar cualquier apoyo a una moción de censura amago recurrente del PP al considerar la situación política 'difícil', pero no 'extrema'.

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