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La policía tiene dudas de la desaparición del gourmet

Los Mossos dejaron de considerar el caso como prioritario cuando supieron que no era la primera vez que se esfumaba sin dejar rastro

MÒNICA MARTÍNEZ

Los Mossos d'Esquadra fueron los primeros en investigar, la misma noche del 12 de junio, la desaparición del aficionado gastronómico suizo Pascal Henry después de cenar en El Bulli de Ferran Adrià, pero dejaron de considerar el caso como prioritario cuando su tío les contó que ya se había esfumado sin dejar rastro en otra ocasión. Así lo han confirmado a Público fuentes de la investigación, que por otra parte descartan una causa violenta de la desaparición.

De hecho todo el caso está envuelto en un aura de misterio algo sospechosa que avalaría la relativa tranquilidad de los Mossos. Por ejemplo la no constancia de ninguna reserva de hotel a su nombre o la llamada para confirmar su asistencia una semana después en el restaurante del cocinero Marc Veyrat, tal como explicó este reputado chef a una radio francesa, y que confirmaría que no le pasó nada aquella noche si es que realmente la persona que llamó era él.

Precisamente el periodistaque dio a conocer su desaparición, Henri Della Casa de La Tribune de Géneve, ya especulaba con que podía tratarse de la desaparición repentina de un perturbado. Pero por otra parte familiares del gourmet declararon al mismo periódico que Henry nunca perdía un día de trabajo, lo que hizo pensar que aparecería en cualquier momento para reincorporarse, aunque no ha sido así.

En ámbitos gastronómicos se apunta también que todo podría ser una operación de marketing para dar salida al libro que preparaba sobre su ruta.

Oficialmente no se descarta ninguna hipótesis y tanto los Mossos d'Esquadra como la Interpol continúan con la búsqueda con la esperanza de que la difusión a nivel internacional que ha alcanzado el caso aporte pistas que ayuden a encontrar a Henry.

Muchas son las incógnitas que rodean a este gastrónomo aficionado y mensajero de profesión. ¿Cómo reunió los 17.000 euros que necesitaba para pagar los menús que iba a degustar en los 68 restaurantes? ¿Cuáles eran sus verdaderas intenciones? ¿Escribiría una guía gastronómica? ¿Por qué iba siempre solo a cenar? ¿Dónde se hospedaba? Y la más importante ¿Dónde está? Demasiadas preguntas sin respuesta para un hombre cuya fama le ha superado.

 
















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