El Partido Popular celebrará el próximo mes en Sevilla su XVII Congreso Nacional. Una cita a la que Mariano Rajoy llega como único candidato a presidir la formación conservadora y con su liderazgo consolidado tras vencer por mayoría absoluta en las pasadas elecciones generales. El partido ya ha activado la maquinaria precongresual y los encargados de elaborar las ponencias han comenzado a remitir a la sede del partido la documentación a fin de que sea distribuida entre los militantes. Ayer se hizo pública la ponencia política, que, a diferencia de la de 2008, hace mención de forma especial a la necesidad que los miembros del PP observen una conducta ejemplar en su comportamiento.

El documento, elaborado por del presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, y el presidente del PP de Melilla, Juan José Imbroda, apuesta por la 'trans-parencia de los gobiernos', por que los malos gestores se responsabilicen de las consecuencias de sus actos y por 'mayores controles internos en el partido a fin de evitar conductas personales poco éticas o que sólo persigan sus propios intereses'.

Los ponentes abogan por mayores controles internos en el partido

Muchas de estas observaciones ya fueron puestas sobre la mesa e incumplidas por los conservadores en su nuevo código ético y en las propuestas contra la corrupción que presentaron al resto de partidos en 2009, cuando el caso Gürtel estaba en su máximo apogeo. La permanencia de Francisco Camps en su puesto hasta que este decidió quitarse del medio es un ejemplo de los incumplimientos. Ahora, la intención del PP es que sus militantes se identifiquen con este tipo de discurso.

Entre otros asuntos, la ponencia aboga por la recuperación de la idea de nación española y por la unidad contra ETA.