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El PP sacaba al PSOE 7,9 puntos antes del cambio de Gobierno

El CIS refleja la mayor brecha entre las dos fuerzas tras el 29-S // Rajoy queda por detrás de Zapatero en valoración ciudadana // IU gana ocho décimas, hasta el 6,2%

 

JUANMA ROMERO

El PSOE ya sabe cuánto cuesta su peor momento electoral desde que llegó al poder en 2004. Entre el pasado 4 y 14 de octubre, cuando el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) realizó su último barómetro, basado en 2.475 entrevistas, el PP aventajaba a los socialistas en 7,9 puntos en estimación de voto. Pero esa brecha se producía en plena resaca de la huelga general del 29 de septiembre y justo antes del sustancial cambio de Gobierno diseñado por José Luis Rodríguez Zapatero.

El PSOE habría logrado un 34,3%, seis décimas menos que en el último sondeo político, el de julio. Los conservadores ganan un punto desde el verano, hasta el 42,2%. Es el suelo y el techo de ambas formaciones en toda esta IX Legislatura.

Izquierda Unida (IU) sigue trazando una curva de altibajos y ahora, tras avanzar ocho décimas, se coloca en el 6,2%. La federación se consolida así como tercera fuerza política, por delante de UPyD (4,1%, tres décimas más), CiU (3,5%) y PNV (1,2%).

Rubalcaba, en el anterior Gabinete, era el ministro más valorado, con un 4,61, seguido de Carme Chacón

Zapatero aún goza de una valoración ciudadana mejor que la de Mariano Rajoy, aunque la diferencia es ya la más apretada: un 3,46 frente al 3,42. Ambos ocupan el tercer y cuarto puesto en la tabla de líderes, detrás del convergente Josep Antoni Duran i Lleida (3,97) y de la portavoz de UPyD, Rosa Díez (3,89). Más atrás quedan la portavoz de Nafarroa Bai en el Congreso,Uxue Barkos (3,38); el presidente canario, Paulino Rivero (3,35); el líder del PNV, Iñigo Urkullu (3,13) o Cayo Lara, coordinador federal de IU (3,08), al que aún no conoce un 54,4% de los ciudadanos. 

El sondeo refleja asimismo la nota del antiguo Gobierno. Alfredo Pérez Rubalcaba, hoy vicepresidente primero y portavoz, se hacía con la mejor puntuación de todo el Gabinete (4,61), sucedido por Carme Chacón (4,38) y Trinidad Jiménez (4,15), mientras que tres de los seis ya ex ministros lograban las calificaciones más bajas, en el entorno del 3: Beatriz Corredor, (3,01), Celestino Corbacho (3,05) y Bibiana Aído (3,24).

Victoria en la gestión

El PSOE vence al PP en 13 áreas de gobierno, sobre todo en política social

En la puntuación de su gestión, Gobierno y PP suspenden. Sin embargo, los conservadores mejoran: si en julio un 60,9% desaprobaba su gestión en la oposición, en octubre era un 55,9%. El Ejecutivo recibe más suspensos: pasa del 55,5% al 58,5%. Zapatero, ya en este último barómetro, gana por la mínima en confianza: un 81,4% dice no fiarse de él (78,9% en julio), frente a un 81,5% (84,6% en el verano) que recela de Rajoy.

A pesar del desgaste, los ciudadanos siguen viendo al Ejecutivo como más capaz para manejar 13 grandes áreas de gestión (educación, sanidad, política social, terrorismo, Estado autonómico, derechos civiles, igualdad, infraestructuras, medio ambiente, política de ciencia y tecnología, vivienda, política exterior y seguridad ciudadana). El PP sólo gana al PSOE en el gobierno del empleo, la economía y la inmigración.

El ministro de Fomento, José Blanco, hizo ayer en A Coruña una lectura positiva del barómetro: los datos indican 'una remontada' del PSOE y le dan 'muchos ánimos'. Rubalcaba recordó en la rueda de prensa que siguió al Consejo de Ministros que el sondeo se elaboró 'en el peor momento' del Gobierno, informa Miguel Ángel Marfull. Para el diputado del PP José Antonio Bermúdez de Castro, el CIS muestra 'un clamor de cambio' en la sociedad española. Ello indica que el Gobierno socialista está 'amortizado' y debería convocar elecciones generales. El parlamentario denunció el 'sesgo' a la izquierda de la encuesta, informa Europa Press.

El CIS también preguntó a los ciudadanos por la movilización del 29-S, con la que se abrió el curso político. Un 14% de los encuestados declaró que hizo huelga, mientras que un 65,7% confiesa que fue a trabajar. Otro 2,5% quiso parar, pero no pudo y otro 2% intentó hacer huelga, pero no lo logró.

La principal razón aportada entre los que sí secundaron la llamada de los sindicatos o los que quisieron hacerlo, pero no pudieron, fue el desacuerdo con la reforma laboral y del sistema de pensiones (22,9%), seguida del sentimiento de solidaridad con los trabajadores (17,3%) y la aprobación de la huelga en sí (14,5%).

Entre los que acudieron a su puesto de trabajo, un 23,6% rechazó los motivos de la huelga y otro 15,8% alegó que no podía permitírselo porque le suponía perder dinero. Un 13,1% argumentó que los paros “no sirven para nada” y un 6,5% juzgaba que el llamamiento llegaba 'demasiado tarde'.

Otra cifra revela el distanciamiento ciudadano de la convocatoria: un 70,5% cree que fue “más bien un fracaso”, frente a un 7,5% que la vio “más bien un éxito”. El 79,2% estima como “poco o nada probable” que Gobierno, sindicatos y empresarios lleguen a acuerdos tras el 29-S. En cambio, sólo un 9,7% anticipa como 'muy o bastante problable' un pacto en el marco del Diálogo Social.

Por otro lado, el paro continúa como la principal preocupación de los españoles: alcanza el 81,1% (78,4% en septiembre). Le suceden la economía (47,8%), la clase política (18,1%, 1,7 puntos menos que un mes antes) y la inmigración (14%). En 30 días, la inquietud por la corrupción y el fraude creció del 3,1% al 4,4%. En los días en que se elaboró la encuesta, se hallaba en plena efervescencia el comienzo del macrojuicio del caso Malaya e incluso la declaración de la tonadillera Isabel Pantoja. 

 

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