Después de que este miércoles se desvelase el contenido de un informe policial que apunta a la financiación ilegal del PP valenciano, presidido por el imputado Francisco Camps, la reacción de los conservadores ha sido la esperada: negarlo. El PPCV 'desmiente tajantemente' que el informe aborde su financiación porque nadie les ha pedido información sobre ella.

'Sería la primera vez que sin disponer de una documentación esencial como es la contabilidad de un partido se pueda resolver que es irregular', asegura el partido a través de un comunicado. De modo que en el PPCV no se dan 'por aludidos' y califican el informe, elaborado por la Brigada de Blanqueo de Capitales de la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía, de 'falso, parcial, tergiversado y antiguo'.  

En el PP se justifican asegurando que este informe 'no es nuevo', sino la ampliación de otro ya elaborado en julio del año 2009 y 'que fue desmontado en su totalidad'. Además, añaden que sólo se pretende 'influir en la decisión de los jueces que deliberan en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) y que en este momento tienen que responder al recurso de apelación presentado' por el PP.

Los conservadores se reservan su derecho a actuar 'contra quienes impunemente intentan atacar el honor de este partido' y de quienes se hacen 'eco del mismo sin dejar claro que se trata de una nueva manipulación política'. 

Por su parte, el vicepresidente tercero del Gobierno valenciano, Juan Cotino, ha calificado de 'mentira' el informe. 'Una mentira repetida mil veces sigue siendo una mentira', ha insistido. 

No es la primera vez que el Partido Popular desdeña el contenido de un informe policial y lo tacha de 'falso'. En septiembre del año 2009, el entonces secretario general del PPCV, Ricardo Costa, apartado de su cargo tres días después de levantarse parte del sumario de la trama Gürtel, habló de 'un claro montaje instigado desde el Ministerio del Interior'.

'Es un informe falso realizado a instancias de Rubalcaba, que se dedica a mezclar informaciones con el objetivo de atacar al PP', repitió por otro lado Esteban González Pons. En el mismo tono, el ex ministro Federico Trillo se refería al informe como 'una chapuza', mientras que Vicente Rambla, vicepresidente primero de la Generalitat Valenciana, hablaba de 'falsas, irracionales y ridículas' conclusiones desprendidas del informe.