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Los Presupuestos arrancan con el permiso nacionalista

El techo de gasto sale adelante por la abstención de CiU, PNV, CC y UPN

MIGUEL ÁNGEL MARFULL

El Gobierno no revivió anoche en el Congreso el vértigo que acompañó a la reciente votación de la reforma de la negociación colectiva, ganada in extremis tras vencer en el último minuto las reticencias de CiU y PNV. Los grupos catalán y vasco no apretaron ayer en la última votación clave antes del verano y el Ejecutivo sacó así adelante el primer capítulo de los Presupuestos sin nervios, telefonazos de urgencia ni carreras en los pasillos de la Cámara. z

La abstención de los nacionalistas mayoritarios que se unió a la de Coalición Canaria y Unión del Pueblo Navarro facilitó la aprobación final del techo de gasto presupuestario con el único voto favorable del Grupo Socialista. Este trámite es un paso obligado para que el Gobierno envíe en septiembre al Parlamento las cuentas públicas de 2012.

CiU, con sus diez diputados clave, aportó una primera inyección de tranquilidad al Ejecutivo antes de arrancar el debate. 'Hay elementos para reflexionar y para que el voto sea consecuente con lo que se ha hecho en otras ocasiones', adelantó el portavoz del Grupo Catalán, Josep Antoni Duran i Lleida. CiU se ha abstenido en años precedentes.

Con la votación al alcance de la mano, la vicepresidenta económica subió a la tribuna para defender unas previsiones que plantarán cara a 'una situación económica muy exigente'. Tanto podrá serlo que Elena Salgado avanzó que el Gobierno no descarta presentar en septiembre unos Presupuestos con un gasto inferior al límite respaldado anoche por el Congreso: 117.353 millones de euros. 'Se hace más necesario que nunca dar muestras de nuestro firme compromiso con la austeridad del gasto', justificó la número dos del Ejecutivo.

El portavoz de Economía del PP, Cristóbal Montoro, se aferró a esta posibilidad de recortar el límite presupuestario para sostener su rechazo al techo aprobado. Si se reduce pasado el verano 'será porque el Gobierno entiende que no aporta la seguridad que necesita la economía', receló Montoro, haciendo oídos sordos a la insistencia de Salgado en asegurar que todas las previsiones del Ejecutivo sobre la evolución económica siguen siendo válidas y se cumplirán como ha ocurrido hasta ahora. '¿Cómo se transmite fiabilidad y confianza? Enviando al Congreso unos escenarios económicos realistas', replicó el portavoz conservador. A su juicio, 'la austeridad no se refleja en las cuentas que hace el Gobierno'.

La postura adelantada por Duran se confirmó finalmente. El portavoz económico de CiU, Josep Sánchez Llibre, defendió que 'hay posibilidad de hacer un ahorro mucho más importante' en los próximos Presupuestos y se movió en la tribuna con cautela para aportar una mínima dosis de suspense al resultado del debate, pinchado por su portavoz. Su decisiva abstención se unió a la del PNV. 'Llueve sobre mojado. Se va a aplicar una reducción sobre algo que el año pasado ya se recortó sustancialmente', advirtió Pedro Azpiazu, crítico con la obligación de tener que pronunciarse la ley exige el trámite de ayer para poder presentar los Presupuestos en un 'debate a ciegas' que 'nada avanza sobre los recortes que se van a producir' en las próximas cuentas públicas.

Esos recortes, precisamente, encendieron las críticas de las minorías de izquierdas. Desde ICV, su portavoz, Núria Buenaventura, denunció que los grandes ejes planteados por el Gobierno 'no sirven para salir de la crisis'. La diputada ecosocialista propuso vincular el techo del déficit a la tasa de desempleo y reclamó al Gobierno más margen de déficit para autonomías y ayuntamientos, para evitar poner en riesgo el Estado del bienestar.

'La previsión de ingresos convierte este techo de gasto en un auténtico techo de cristal', advirtió el portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya, Joan Ridao.

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