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El PSE irá a la conferencia de Donostia para apoyar la paz

Los socialistas vascos cambian de opinión y participarán en el cónclave que impulsan colectivos internacionales. PP y UPyD se quedan solos y sitúan el foro en la órbita de ETA

GUILLERMO MALAINA

In extremis, pero el Partido Socialista de Euskadi (PSE) participará en la conferencia internacional que se celebrará el próximo lunes, en San Sebastián, con el reto de presentar un documento de conclusiones que pueda servir de guía y conducir al final de la violencia y a la normalización política de Euskadi.

La cita ha generado grandes expectativas, ya que, por un lado, supone la implicación de relevantes personalidades internacionales para tratar de poner fin al 'último conflicto armado' de Europa y, por otro, será la primera vez desde el proceso de paz frustrado por ETA en la T4, el 30 de diciembre de 2006, en que la práctica totalidad de los partidos en Euskadi se sentarán públicamente a una mesa para reflexionar y tratar de realizar aportaciones en el camino de la pacificación definitiva. Sólo el PP y la minoritaria UPyD estarán ausentes.

Jesús Eguiguren se adelantó a su partido y dijo que iría a título personal

En esta coyuntura, los socialistas vascos se inclinaron finalmente por participar en la conferencia después de haber pasado dos días en un mar de dudas. Fue el portavoz del PSE, José Antonio Pastor, el encargado de anunciar la decisión final, fijar la posición definitiva del partido y acabar con la confusión generada ayer a lo largo de la mañana. Primero, porque había trascendido, en El País, que el presidente del PSE, Jesús Eguiguren, iba a acudir a este cónclave a título personal, y segundo, porque el secretario general de los socialistas guipuzcoanos y consejero de Vivienda, Obras Públicas y Transportes del Gobierno vasco, Iñaki Arriola, había dado también por hecho, en una entrevista en Radio Nacional, que su partido no iba a estar en la conferencia internacional. En una reunión posterior, el PSE decidió que sí estará. Según explicó José Antonio Pastor, 'nos parece que, independientemente de otras valoraciones, tenemos que estar en un lugar si puede contribuir a acercar la paz, a dar pasos hacia la paz definitiva. Nos ha parecido importante estar presentes'.

El desarrollo de los acontecimientos pone de manifiesto, en cualquier caso, que el PSE no ha tomado a la ligera la decisión de acudir a esta conferencia internacional, organizada por las entidades Berghof Foundation, Conciliation Resources, The Desmond and Leah Tutu Legacy Foundation, NOREF, el Grupo Internacional de Contacto de Brian Currin y la red ciudadana Lokarri. De hecho, este cónclave es aún percibido con cierta desconfianza y prudencia, tanto en el seno del PSE como en el PSOE. Así, ni el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, ni el Ejecutivo de Patxi López enviarán una representación por temor a que el foro pueda servir más para hacer 'propaganda' a la izquierda abertzale que para avanzar hacia el final definitivo de la violencia. La portavoz del Ejecutivo vasco, Idoia Mendia, insistió ayer en que, 'como ya dijo el lehendakari' el miércoles, 'siempre son bienvenidos todos los trabajos para que llegue la paz, pero, al final, será la sociedad vasca la que consiga la paz'.

Pese a este medido distanciamiento, el Gobierno vasco de Patxi López se mueve estos días sobre arenas movedizas con su socio preferente, el PP vasco. A poco más de un mes para las elecciones generales del 20-N, la formación dirigida por Antonio Basagoiti, que habitualmente mantiene un discurso menos agresivo y más constructivo que el escuchado en Génova, elevó ayer el tono de sus descalificaciones.

El Gobierno vasco mantiene una distancia calculada y no estará en el foro

El propio Basagoiti acusó primero al Gobierno de Zapatero de 'dejar hacer' a la antigua Batasuna para, después, reprochar al PSE el 'error' de asistir a una conferencia que, a su juicio, 'sólo tiene dos cometidos: hacer la campaña a Amaiur [la coalición integrada por la izquierda abertzale, Aralar, EA y Alternatiba] y subir el precio de la paz'. El presidente del PP alavés, Alfonso Alonso, fue todavía más lejos, al asegurar que el cónclave pretende 'legitimar la historia criminal de ETA' en un acto de 'humillación' a las víctimas del terrorismo.

La misma línea siguió la diputada de UPyD Rosa Díez, quien consideró que, con la participación del PSE en esta conferencia, el Gobierno de Zapatero ha pasado 'de consentidor a colaboracionista con los malos', y calificó de 'despropósito, vergüenza y humillación' que el partido que gobierna tanto en el País Vasco como en España 'prefiera estar más cerca de los verdugos que de los demócratas'.

PP y UPyD se han quedado solos en Euskadi con este discurso, difícil de digerir también en el resto del Estado y, sobre todo, fuera de España, por la propia entidad de las personas y las organizaciones que impulsan esta conferencia en favor de la paz. Difícilmente cabe pensar, por ejemplo, que personalidades como Jonathan Powell, hijo de un militar asesinado por el IRA y jefe del gabinete del ex primer ministro británico Tony Blair, esté dispuesto a respaldar una iniciativa que, como sostiene el PP, busca 'legitimar la historia criminal de ETA' y 'humillar' a sus víctimas.

El PNV quiere pactar una declaración que exija a ETA

El PNV, por el contrario, se ha convertido durante los últimos días en uno de los principales valedores de la iniciativa. Sus dirigentes están convencidos de que a la banda terrorista le resultaría muy difícil hacer oídos sordos a un documento final del cónclave que apueste nítidamente por que abandone las armas. Ayer, el presidente del partido nacionalista, Iñigo Urkullu, destacó que 'lo que es esperable de este próximo lunes será un planteamiento ante ETA de decir, por parte de todos los que allí estemos presentes, que esto tiene que terminar ya'. Y agregó: 'Determinadas personalidades no pueden verse frustradas porque esto pueda ser un engaño. Eso sería terrible para la propia izquierda abertzale'.

Según Urkullu, es posible que ETA haga público un comunicado antes del 20-N que 'identifique su fin definitivo', aunque aún no suponga su disolución.

La conferencia internacional también contará con la presencia del primer vicepresidente del Consejo General de Pirineos Atlánticos de Francia, el socialista Kotte Ezenarro, y del presidente del Consejo de Electos del País Vasco francés, el senador centrista Jean-Jacques Lasserre.

Kotte Ezenarro declaró al diario Le Journal du Pays Basque que 'nos encontramos en un momento crucial en la resolución del conflicto' y que es necesario 'impulsar conferencias de este tipo, así como las tomas de posición políticas valientes'.

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