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Rajoy está convencido de que le basta con empatar en el debate

Reprochará a Rubalcaba los cinco millones de parados y la congelación de las pensiones

MARÍA JESÚS GÜEMES

Hace unos días fuentes cercanas a Mariano Rajoy comparaban el debate con un partido del Madrid-Barça en el que, explicaban, cada aficionado va con su equipo y piensa que los suyos son siempre los que mejor juegan.

En el PP se remiten a los datos de 2008 para sostener que el enfrentamiento entre candidatos no mueve muchos votos. Y piensan que esta vez aún menos, teniendo en cuenta la gran distancia que, según todas las encuestas, les separa del PSOE. Si hace cuatro años la cúpula conservadora se preocupaba por ganar a toda costa a José Luis Rodríguez Zapatero, ahora sabe que a Rajoy le basta con empatar y mantenerse frente a Alfredo Pérez-Rubalcaba.

El vicesecretario de Comunicación, Esteban González Pons, lo resumía ayer diciendo que en el cara a cara los españoles elegirán entre 'cambio y continuidad': 'Rubalcaba querrá vencer. Rajoy va a intentar convencer; Rubalcaba va al debate a intentar ganar, Rajoy, a ganarse a los españoles para la causa del cambio'.

En la derecha ven esta cita como un simple trámite. Sin embargo, Rajoy prefiere no bajar la guardia y lleva preparándose desde el sábado. Después del acto en Leganés con Esperanza Aguirre, se encerró solo en su despacho de la sede nacional para analizar las fichas elaboradas por Soraya Sáenz de Santamaría y José Luis Ayllón, responsables del grupo parlamentario. Ayer, después de un paseo matutino, siguió trabajando en su casa. Como en otras ocasiones, también ha contado con la colaboración del sociólogo Pedro Arriola.

Rajoy es consciente de que es el último obstáculo que debe afrontar antes del examen de las urnas. Y no está de más que lo cuide al detalle teniendo en cuenta algunas de sus meteduras de pata televisivas, como cuando en una entrevista perdió el hilo de su discurso porque no entendía su letra o como cuando en 2008 la 'niña de Rajoy' terminó convirtiéndose en la protagonista.

No se descarta que la recupere, ahora ya convertida casi en adolescente. En un corrillo con periodistas en la campaña del 22-M comentó que lo estaba considerando. En su partido aseguran que huirá de la confrontación y evitará los fallos. Los que le rodean creen que, si los comete, tendrían que ser tremendamente escandalosos para darle la vuelta a la situación.

En cualquier caso, Rajoy prefirió ayer prescindir de su mitin y dejar la caravana electoral en manos de la secretaria general del PP y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal. Esta se trasladó hasta Badalona (Barcelona). El líder del PP evitó así hacerse una foto con su alcalde, Xavi García Albiol, quien se ha caracterizado por mantener un discurso extremo en materia de inmigración. Este aprovechó su intervención para reclamar modificaciones legislativas con el fin de que delinquir 'no salga gratis'.

Por su parte, Cospedal lamentó que el PSOE vuelva 'al rencor, a la división y a la pelea con la única intención de sacar un puñado de votos'. '¡Qué irresponsabilidad!', señaló. Cargó contra la foto del candidato socialista con Alfonso Guerra y Felipe González. Y después contra CiU, a quien reprobó su 'nefasto' apoyo a los socialistas en estos últimos años. 'Debería darles vergüenza', resaltó. También pidió a los suyos 'trabajar hasta el último minuto' porque es 'una falta de respeto decirle a los ciudadanos que está todo hecho'.

Por último, la mano derecha de Rajoy defendió los 'ajustes' que ha realizado en su región explicando que existe 'una gran diferencia' entre la forma de gobernar de PP y PSOE. Su partido, dijo, esa como el té: 'Que cuando se le echa agua caliente se hace más fuerte'.

En el PP cuentan que Rajoy exhibirá moderación y apelará a la concordia frente a la pelea. Comentan que tiene armas de sobra 'para dar donde más duele' a Rubalcaba. Le reprochará que bajo un Ejecutivo socialista se han generado cinco millones de parados y le señalará como 'corresponsable' de la crisis. Además, destacará que votó a favor de la congelación de las pensiones y que su partido ha realizado 'el mayor recorte social en democracia'. Mucha economía, mucho empleo y el resto, si se puede, de puntillas. Con nuevos llamamientos a que se puede salir adelante tal y como se hizo en 1996. Y garantizando que no meterá la tijera en los derechos ciudadanos.

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