El líder del PP, Mariano Rajoy, espoleó el caballo de la crisis en un acto preelectoral, alternando fatalismo ante la situación económica con una elevada dosis crítica contra el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero. 'Es un momento de extrema dificultad; engañarse no conduce a nada', señaló en la presentación de los candidatos conservadores de Euskadi a las próximas elecciones municipales y autonómicas de 2011.

Según el líder del PP, los últimos latigazos de los mercados el incremento de la prima de riesgo de la deuda española no nacen de 'la mala suerte ni de una maldición bíblica'. Rajoy aseguró que el enésimo zigzag que ha sacudido la economía española en los últimos días es resultado de que 'las cosas se han hecho muy mal' y 'se están recogiendo los frutos de una política disparatada'.

El líder del PP vuelve a pedir elecciones como solución a la crisis

Tras caldear el problema, el líder del PP aportó su solución para enfriar el clima económico: unas elecciones. 'Cuanto más tiempo esté Zapatero [en el Gobierno], peor para los españoles', advirtió Rajoy. 'Yo pedí en su día que dejara hablar a los españoles, pero él no quiere', insistió el líder del PP. 'Ahora bien, si Zapatero no permite que la gente hable, lo menos que puede hacer es gobernar, tomar decisiones, tener coraje y determinación', se resignó.

Ajustando su guión al cuerpo a cuerpo con Rodríguez Zapatero, Rajoy insistió en que la pérdida de confianza y credibilidad' que a su juicio mina al presidente del Gobierno es el principal problema de la economía española.

Hace al PNV 'corresponsable' de la actual situación económica

El pacto de estabilidad acordado por el PSOE con el PNV y CC que ha permitido al Gobierno sacar adelante los Presupuestos de 2011 no escapó a los reproches de Rajoy, estando, como se encontraba, en el País Vasco. El líder del PP hizo 'corresponsable' a la formación nacionalista vasca de la situación económica. 'El PNV es cómplice del castigo inmisericorde de la política económica de Zapatero', proclamó Rajoy. 'Zapatero y el PNV se han convertido en la cruz de los emprendedores, y esto es algo imperdonable', sentenció el líder conservador.