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Rajoy no dudará en pedir el rescate, pero no será este año

El presidente admite que habría preferido que la unión bancaria fuera un proceso 'más rápido' y que la urgencia de la recapitalización directa de las entidades financieras es hoy 'menos acuciante'

No hay rueda de prensa, o sesión parlamentaria, o reunión privada en la que no salte como un muelle la palabra rescate. Desde hace semanas, meses, el Gobierno convive con esa realidad que se le escapa, que no puede controlar ni sortear. Siempre aparece. Y hoy, y era lógico, también. 

Mariano Rajoy acudió al Congreso tras un mes y medio en blanco, sin pisar la tribuna, sin hablar desde su escaño. Lo hacía para explicar los resultados de la cumbre del Consejo Europeo del 18 y 19 de octubre y para atender después a las preguntas de la oposición. En su primera intervención, elaboró una exposición 'de trámite', 'plana', desganada, como le decían Rosa Díez (UPyD) o Pedro Quevedo (Coalición Canaria-Nueva Canarias). Dibujó un cuadro 'positivo' de la última reunión, pese a que se le escurrieron de las manos dos puntos en los que la maquinaria diplomática del Ejecutivo había volcado toda su energía, la unión bancaria y la recapitalización directa de las entidades financieras, sin pasar por la ventanilla del Estado. Pero la oposición no dejó que el presidente rehuyera el asunto medular que recorre la economía española. El rescate. 

'Yo no renuncio a utilizar [el rescate] si fuera necesario para los intereses generales', afirma

Dos mensajes salieron de la larga sesión en la Cámara. Uno, en el hemiciclo, y por boca de Rajoy. 'Que el señor [Mario] Draghi [presidente del Banco Central Europeo] haya hecho el anuncio de ese mecanismo [de compra de bonos a cambio de la petición formal de ayuda] es muy positivo. Antes no lo había, ahora lo hay, y es muy positivo. A mí nadie me habrá oído decir nunca, porque no lo he dicho, que renuncie a usarlo. Ese instrumento está ahí y quiero decir ante la Cámara que no renuncio a utilizarlo si fuera necesario para los intereses generales de los españoles. De la misma manera que pedimos la asistencia financiera, si yo creo que es necesario para los intereses generales de los españoles también lo haré y además lo explicaré en esta Cámara'. Pero el presidente también incidió en tres temas 'muy importantes' que ya ha comentado en público y en privado: que el BCE no ha dicho 'qué va a suponer en la prima de riesgo', qué tipo de 'condicionalidad' se va a imponer y qué consenso existe en la Unión, puesto que se necesita el 'apoyo unánime' de todos los países de la Eurozona. 'Dicho esto, el instrumento es muy importante, y si España lo necesita, tengan ustedes la total y absoluta certeza de que lo pediré'.

El jefe del Ejecutivo sigue, pues, acomodado en la incertidumbre, en el sí pero no, confiado en que todavía es posible evitar el rescate. De hecho, fuentes de la Moncloa, en conversación informal con los periodistas en el Congreso, precisaron que no se contempla la posibilidad de pedir auxilio en lo que queda de 2012 salvo imprevistos, ya que las necesidades de financiación se han cubierto y las subastas del Tesoro de octubre, uno de los meses más temidos este otoño, habían ido bien. Un detalle que cierra el círculo que Rajoy abrió este lunes cuando dijo junto a Mario Monti que no veía 'imprescindible' el rescate en estos momentos

Rubalcaba pide que se haga ver a Europa que España está haciendo muchos esfuerzos ya

La oposición da por hecho que la asistencia europea está cada día un paso más cerca, y avanza y alerta que no saldrá gratis. Alfredo Pérez Rubalcaba se afanó en demandar al presidente que despliegue todo su arsenal para que la UE entre en razón y no exija más condiciones a España, que haga valer los 'sacrificios' que está haciendo el país para salir de la crisis. 'Dígale a Europa que estamos haciendo muchas cosas, y dígale a Europa que necesitamos que el BCE actúe sin que nos ponga una nueva condicionalidad, y encuentren fórmulas para hacerlo. Estamos pagando la pertenencia al euro, es el euro el que está siendo cuestionado, no los fundamentos de nuestra economía. Explique una y otra vez que la actuación del BCE no es para rescatar a España, es para rescatar a Europa'.

No se puede apretar más a los ciudadanos con recortes y más recortes para pagar los desmanes y caprichos de los que juegan con el euro y con la española como en un casino, remarcó el líder de los socialistas durante una intervención en la que se fue creciendo poco a poco: 'Todo lo que los españoles están poniendo en sacrificio y esfuerzo nos lo gastamos en intereses de la deuda. Esto es muy grave. No, no me voy a callar —agitó Rubalcaba en medio de un mar de rumores y protestas de la bancada del PP–. Se lo voy a repetir: especulan sobre el euro, eso sube la prima de riesgo y eso hace que los intereses españoles suban y para pagar ese incremento de intereses, ustedes recortan, recortan y recortan. En resumen, el sacrifico de los españoles para quienes especulan sobre el euro, esa es la realidad'. 

Izquierda Plural  acusa al Ejecutivo de 'vender soberanía a cambio de nada'

La cuestión del auxilio a la UE corrió de portavoz en portavoz. Josep Antoni Duran i Lleida (CiU) se atrevió a echar 'en cara' al líder del PP que 'aparte de rescatar a bancos hay que rescatar a muchísimas personas que están en una situación de debilidad, precariedad, pobreza'. El ecosocialista Joan Coscubiela (Izquierda Plural) le preguntó por qué le 'horroriza tanto compartir la soberanía con Catalunya y demoniza tanto a quienes exigen el derecho a decidir y en cambio no tiene reparo en vender esa soberanía a los mercados a cambio de nada'. Josu Erkoreka (PNV) devolvió el golpe a Rajoy: ya que él se dice responsable de la decisión, sólo él será el responsable si yerra al 'demorar' la petición del rescate 'y de las consecuencias'. Rosa Díez le inquirió con sorna si aprovechó su estancia en Bruselas para enterarse a través de los líderes europeos qué condiciones demandaban para acceder a la ayuda económica. El jefe del Ejecutivo se dolió, como acostumbra, con la diputada de UPyD. Agresiva ella, agresivo él, y más agresiva ella, que al final afeó a Rajoy haber perdido 'las formas' y el 'respeto' a su fuerza política.

El ritmo de la UE es 'desesperadamente lento', reconoce realista Rajoy

El presidente se esforzó por proyectar una imagen del Consejo Europeo en verde que la oposición tiñió de rojo. Tenían los argumentos al alcance de la mano. España había tironeado –y conseguido– en la cumbre de junio el compromiso de implantación pronta de la unión bancaria y de la recapitalización directa, objetivos que Angela Merkel diluyó hace dos semanas. Rajoy se dijo hoy en cambio 'relativamente satisfecho'. Reconoció que habría preferido un proceso 'más rápido' en el camino hacia la supervisión única y en manos del BCE. Y subrayó también que la urgencia de la recapitalización directa es ahora 'menos acuciante' que en el verano, cuando no se sabía con precisión el estado de la banca. Ahora sí, ahora se conocen  la evaluación de Oliver Wyman sobre las necesidades de capital de los bancos españoles, defendió: unos 40.000 millones. Pero, como alertaron Rubalcaba y otros portavoces, esa demora significará que los 40.000 millones sí computarán como deuda y generarán intereses que se notarán en el déficit. Por no hablar que si la línea de crédito liberada por la UE alcanzaba los 100.000 millones y la condicionalidad impuesta se ajustaba a esos 100.000 millones, resulta que hay un 'superávit de condicionalidad' con el que tendrá que tragar el Estado. Rajoy admitió que Holanda, Francia y Alemania expresaron 'su posición' en contra', pero insistió en que todavía no hay una 'decisión definitiva' adoptada, por lo que el Ejecutivo batallará con todas sus 'armas' para conseguir la recapitalización.

El Gobierno, con todo, no está encantado con los tiempos, con lo que cuesta poner en marcha el pesado engranaje de la UE. 'La Unión Europea se mueve, aunque a un ritmo que a algunos puede parecer desesperadamente lento'. Parafraseó incluso a Galileo y su eppur si muove. 'Y sin embargo, se mueve'. 

El presidente promete estar 'muy atento' a las propuestas para frenar desahucios

El pleno derivó también por otros derroteros. Los terribles datos de paro, los Presupuestos del Estado para 2013 'increíbles' y superados presentados por el Gobierno, la presumible imposibilidad de cumplir los objetivos de déficit, la huelga general del 14-N, el banco malo, la reforma laboral, la débil 'credibilidad' de las cuentas públicas en el exterior, la discusión entre las políticas de austeridad y crecimiento, los 'deberes' y las 'reformas' que están acometiéndose con éxito, según el Gabinete del PP, y con demasiado dolor y fracaso, según los demás grupos. La España negra y hundida que el Ejecutivo no ve ni tan negra ni tan hundida, según la doctrina de la ministra de Empleo, Fátima Báñez. 'Me ha parecido que usted tenía una autosatisfacción que, créame, no se corresponde con la situación que vive España, donde la gente lo está pasando muy mal', concluyó Rubalcaba.  

El debate, largo, prolijo y a veces tedioso, alumbró dos compromisos por parte de Rajoy. Los dos a propuesta del PSOE. El líder de los socialistas le pidió que pusiera coto a la tragedia de los desahucios. Su grupo, recordó, presentó la pasada semana una proposición de ley para frenarlos. 'Es verdad que se están produciendo y estamos viendo hechos verdaderamente dramáticos –replicó el presidente–. En su día adoptamos medidas [el código de buenas prácticas para los bancos], estamos estudiando los efectos de las mismas y no descartamos adoptar más en esta materia. Estaremos muy atentos a las propuestas que han hecho ustedes'. La segunda promesa que asumió fue acudir al próximo Consejo Europeo, el de diciembre, con un 'respaldo mayor' de la oposición. Esa será, espera la Moncloa, otra cita clave, tras la cumbre puente, 'de enlace y maduración' de octubre.

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