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Rajoy pide que se vote al PP para no seguir el camino de Italia

'La dificultad es una excusa que la historia no aceptará. Lo sé y lo asumo', proclama sobre su reto ante la crisis

MARÍA JESÚS GÜEMES

En medio del huracán europeo, al líder del PP, Mariano Rajoy, no se le había movido ni un pelo. Ni las primas de riesgo, ni la despedida del primer ministro griego Yorgos Papandreu, ni el anuncio de la dimisión de su socio, el italiano Silvio Berlusconi, le despeinaron en sus mítines.

Hasta ayer, cuando la alarma se cernió sobre España tras el anuncio de la Comisión Europea de que nuestro país no iba a responder a los objetivos fiscales marcados por Europa, al menos en los próximos tres años. En un informe, Bruselas sentenció que nuestro país incumplirá su objetivo de déficit para este año por seis décimas. Los técnicos comunitarios destacaron que en ello influyen mucho los gobiernos autonómicos, de los que se esperan más desviaciones de las previstas. Desde el pasado 22 de mayo, 11 están en manos de los conservadores. La Unión Europea también prevé un frenazo del crecimiento que hará que la creación de empleo se retrase hasta 2013.

Se compromete a corregir el déficit y a hacer las reformas que pida la UE

Por la mañana, en un mitin en una cooperativa agrícola de Tenerife, Rajoy se mostró 'preocupado' por los momentos 'convulsos' que se están viviendo. Lo primero que hizo fue tratar de lanzar un mensaje de calma recordando que, aunque 'es verdad que no hemos hecho las cosas bien en los últimos tiempos', en poco más de una semana los españoles acudirán a las urnas.

Ya de paso aprovechó para pedir el voto para el PP con el fin de que, entre otras cosas, no se llegue a plantear aquí la situación por la que atraviesa Italia. 'Si a nosotros los españoles nos dan la confianza, yo, al menos, garantizo que seremos un Gobierno serio, que cumpliremos nuestros compromisos con la UE, que corregiremos nuestro déficit público, que no gastaremos lo que no tenemos y que haremos las reformas que demandan el sentido común, una buena gestión de la economía y Europa', indicó como si firmara un acta ante la petición de que se adopten 'más medidas' que eviten 'el riesgo de una nueva fase de recesión'.

En una Europa de dos velocidades, dice que España debe jugar 'en primera'

El candidato de la derecha es consciente de lo que se le viene encima si gana el 20-N y ayer no dudó en resumirlo de una forma muy gráfica: 'Hay que apencar con lo que hay'. Los conservadores saben que un cambio en el sillón de la Moncloa logrará calmar a los mercados durante unos días, pero ya nadie piensa que el efecto aguante siquiera un mes. De ahí que Rajoy lleve ya varias semanas cubriéndose las espaldas en sus discursos diciendo que él no tiene 'una varita mágica'.

El líder del PP admitió que se iba a enfrentar a una situación 'muy complicada'. Pero se mostró dispuesto a afrontar el reto si a la tercera, como según todos las sondeos apuntan, se anota una victoria: 'Es lo que yo he elegido, lo que yo quiero y por lo que me presento a la presidencia del Gobierno. La dificultad es una excusa que la historia no aceptará. Yo lo sé y lo asumo. Pero estoy dispuesto a dar la batalla', fue su declaración solemne en el acto que realizó ya por la tarde en Las Palmas.

Además, prometió trabajar para sacar al país de 'la incompetencia, dejadez y frivolidad' del Gobierno socialista. Durante toda la jornada estuvo acompañado del presidente del PP canario, José Manuel Soria, que va como cabeza de lista al Congreso y aparece en todas las quinielas como futuro ministrable. Rajoy dijo que es 'un hombre preparado' y que 'España necesita gente competente'. 'Este partido está muy curtido', resaltó ante unas 1.900 personas. Pocas para el auditorio. Fue el primer pinchazo del PP en campaña.

'Mis hijos se comen dos plátanos todos los días', asegura en Canarias

Rajoy afirmó además que hará todo lo posible para que España 'esté a la cabeza del euro con los países más importantes, que es donde nos corresponde', y que seguirá apostando por que la moneda común sea 'fuerte' en una Europa 'tal y como está diseñada en estos momentos'. El presidente del PP quiere que España juegue 'en primera división' y no que se quede atrás ahora que la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro francés, Nicolas Sarkozy pertenecientes a su misma familia política, defienden la Europa de las dos velocidades.

La isla del Hierro, el turismo y recuperar el Ministerio de Agricultura para pelear por la Política Agraria Común fueron otros de los temas de los que habló. Y mantuvo que seguirá apoyando la producción del plátano en Canarias. 'Mis hijos se comen dos todos los días'. También aprovechó para acusar a Coalición Canaria de contribuir a lo que ha ocurrido en España 'con su apoyo servil'.

El candidato, que va mucho a Canarias porque su padre vive allí la mitad del año, dijo que no se sentía como en casa, sino que estaba en ella. Y bromeó con ampliar el apartamento de 60 metros cuadrados y 40 de jardín que comparte con sus hermanos y del que le corresponde un 12,5% en régimen de bienes gananciales. No habló de ETA. Eso toca hoy que va a Vitoria.

 

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