El rector de la Universidad Complutense (UCM), José Carrillo, cree que el nuevo modelo de acceso de los estudiantes a la universidad pública y las medidas del decreto-ley aprobadas por el Gobierno para el ahorro del gasto educativo autonómico auguran 'ciertas intenciones de privatizar la universidad pública'.

Carrillo hizo estas declaraciones después de leer a mediodía el manifiesto firmado por los cincuenta responsables de los centros universitarios públicos de España, en el que los rectores de todo el país denuncian que el recorte del 80% en investigación, que figura en el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado  para 2013, junto con el ajuste del 18% en educación superior y la congelación de las plantillas, llevará a España a la 'pérdida del tren del desarrollo tecnológico, hipotecando la investigación y los mayores avances en la frontera del conocimiento'.

En el manifiesto los rectores alertan también de que el endeudamiento de las comunidades autónomas y el deterioro de las transferencias de las partidas destinadas a las universidades 'están conduciendo al sistema universitario a la asfixia económica'.

'Esto se contradice con el discurso político de que nuestro país debe basar su progreso en el conocimiento. Sin inversión en educación superior ni en I+D+i será inviable el funcionamiento de las universidades públicas y sin conocimiento, no habrá progreso', advierten los rectores.

Preguntado por las declaraciones de la consejera de Educación de la Comunidad de Madrid, Lucía Figar, que pidió este lunes que los rectores pongan de su parte para afrontar la crisis económica, Carrillo recordó que el Gobierno madrileño lleva 'cuatro años' recortando las partidas presupuestarias a las seis universidades públicas madrileñas y que esto ha llevado a la Complutense a arrastrar un déficit de '200 millones de euros'.

Carrillo defendió el actual modelo de gobierno de las universidades y consideró que la comisión de expertos para revisar el modelo universitario nombrada por el Ministerio de Educación trabaja de forma 'cerrada, si no oscura'.

Cree también Carrillo que la reforma de la enseñanza no universitaria propuesta por el Gobierno supone un 'ataque' al sistema de inmersión lingüística de Catalunya y pretende 'ideologizar' la escuela, ya que la asignatura de religión (voluntaria) tendrá de nuevo una alternativa obligatoria. 'Hay un contenido ideológico por debajo [de la reforma]. Muchas veces hablamos de los nacionalismos periféricos, pero a veces el nacionalismo centralista tiene efectos perniciosos sobre estos temas (...). Es un paso para atrás'.

Carrillo defendió la selectividad actual como una prueba 'igualitaria', que respeta la igualdad de oportunidades y favorece la calidad. Indicó  que el informe emitido por Consejo de Universidades hace unas semanas 'no fue positivo' sobre la propuesta de nuevo modelo.

El sistema planteado por Educación establece que las universidades podrán decidir pruebas adicionales al título de bachillerato, que se obtendrá cuando se supere una evaluación final de esta etapa. Lo vinculó Carrillo al decreto-ley citado, por el que los alumnos deberán abonar entre el 15 y el 25% de los estudios universitarios en primera matrícula, para interpretar que hay 'intenciones de privatización de la universidad pública'.

Reprochó al ministro de Educación, José Ignacio Wert, que la comisión de expertos sea 'independiente sólo de la propia universidad', ya que la nombró el ministro, sin que participen en ella los rectores, que conocen, argumentó, los problemas de gestión universitaria. No sería razonable, según Carrillo, implantar otro modelo de gobierno de las universidades, pues el actual ha dado resultados 'muy buenos' y les ha permitido alcanzar niveles europeos con menos inversión, lo que definió como 'eficacia'.