Rafael Bengoa (Bilbao, 1952), consejero de Sanidad del Gobierno vasco, se reúne hoy con su colega riojano, José Ignacio Nieto, para desencallar el conflicto que mantienen ambas autonomías, después de que La Rioja dejara de prestar atención sanitaria a los alaveses a quienes atendía en Logroño desde hace décadas. 4.500 ciudadanos se han visto afectados.

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¿A qué solución pretende llegar?

La Rioja sólo prestará el servicio si a cambio hay una transacción económica. Eso rompe algo que está funcionando muy bien en el ámbito estatal. En todo el país hay unos 100.000 enfermos que van a la comunidad autónoma limítrofe para ser atendidos y no a la suya propia. La Rioja rompió este concepto hace un mes y no nos dieron tiempo para reorganizarnos ni nos avisaron. Nosotros atendemos a los ciudadanos de cuatro comunidades limítrofes. De hecho, si echáramos cuentas, el País Vasco saldría ganando. Pero ese no es el tema. El problema es que se rompe un modelo de cohesión nacional. Mañana [por hoy] estaré en Logroño para empezar un proceso para encontrar soluciones.

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¿Qué opina del copago'?

El gasto no desaparecería, simplemente lo trasladarías a los ciudadanos. En los próximos diez años va a haber un 100% más de demanda y, como mucho, la financiación aumentará un 10%. Mientras no se hayan hecho reformas profundas para que el sistema no siga creando los 15.000 millones de deuda que genera, no se pueden aplicar nuevos modelos.

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¿Y qué soluciones de largo recorrido plantea?

La atención primaria y la hospitalaria no trabajan lo suficientemente juntas, y tampoco interactúan con los servicios sociales. Un cambio de funcionamiento generaría mucho ahorro. Por ejemplo, en San Sebastián ya hemos ahorrado tres millones integrando a los traumatólogos con los servicios sociales.