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Rouco pide "con urgencia" más curas para "evangelizar"

Misa en Cibeles. Declara la guerra al 'rampante relativismo moral'

JESÚS BASTANTE

Apoteosis del cardenal Antonio María Rouco Varela en la plaza de Cibeles. Decenas de miles de jóvenes fieles católicos (más de 200.000, según la organización), que desde primera hora de la mañana ya habían ocupado el centro de Madrid, se dirigieron en masa para asistir, frente a un gran altar situado a los pies del Ayuntamiento de Madrid, a la misa de inauguración de la Jornada Mundial de la Juventud. El evento, preparado para mayor gloria del cardenal de Madrid, que el sábado cumplirá 75 años, contará con un invitado de lujo: el mismísimo papa Benedicto XVI.

Sin embargo, el verdadero protagonista fue el cardenal gallego, visiblemente emocionado ante la presencia de chicos y chicas procedentes de casi un centenar de países para hacer frente al 'relativismo rampante' que a su juicio atenaza a la juventud.

El cardenal cree que los jóvenes tienen debilitadas 'las raíces existenciales'

'Se os tienta poderosamente hasta los límites de haceros perder la orientación en el camino de la vida: ¿Cómo no va a vacilar a veces vuestra fe?', incidió el presidente del Episcopado español ante las banderas de docenas de países que ondeaban en la plaza. Frente a este panorama, Rouco Varela animó a los jóvenes afrontar 'el reto de la nueva evangelización' de sus coetáneos, una 'tarea de todos en la Iglesia'. 'En ella, los laicos tienen un papel protagonista, especialmente los matrimonios y las familias cristianas; sin embargo, la evangelización requiere hoy con urgencia sacerdotes y personas consagradas', afirmó el purpurado, sabedor del intenso invierno vocacional que padece la Iglesia europea, y especialmente la española. 'Se evangeliza con las palabras y con las obras, hoy más que nunca', añadió.

El prelado evitó en la homilía críticas a leyes españolas como la del aborto 

Rouco Varela, al que se notaba turbado ante 'una ingente multitud de jóvenes, esperanza y futuro de nuestras iglesias particulares, de nuestros pueblos y naciones, ¡de la Iglesia entera!', reconoció, no obstante, que la juventud de hoy se muestra 'con raíces existenciales debilitadas por un rampante relativismo espiritual y moral'. Rouco cree que los jóvenes están 'encerrados por el poder dominante' y que, pese al empeño de los eclesiásticos, continúan 'sin hallar sólidos fundamentos' para sus vidas en la cultura y la sociedad actuales, e incluso, 'no rara vez, en la propia familia'.

Por otro lado, Rouco Varela reivindicó la fe cristiana como 'principal seña de identidad histórica' de España, que 'se forja con rasgos inconfundibles en torno a la visión cristiana del hombre y de la vida desde los albores mismos de su historia, iniciada en gran medida con la primera andadura de la predicación apostólica en suelo español hace casi dos mil años'.

Pero el presidente de la Conferencia Episcopal española fue más allá en su homilía, deduciendo que sin la fe, nuestro país no tiene presente, ni tampoco futuro: 'España se constituye animada por un proyecto histórico que es su identificación con el cristianismo'.

'España tiene un ADN católico', repitió Rouco durante su homilia

Sin embargo, la misa no fue el clásico manifiesto antisocialista de las recientes movilizaciones de la Iglesia católica española. El cardenal de Madrid evitó hablar en su homilía de las leyes que, en los últimos tiempos, han sido caballo de batalla en las relaciones Iglesia-Estado, desde la aprobación del matrimonio gay hasta el proyecto de ley de Muerte Digna, pasando por el divorcio, el aborto o la paralización de la anunciada ley de Libertad Religiosa.

Eso sí, antes de la misa, Rouco Varela ya había indicado, en declaraciones a 13TV, que la JMJ 'ayudará a superar posturas laicistas radicales'. Como repitiera posteriormente en la homilía, 'España tiene un ADN católico'.

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