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Rubalcaba responde en 9 segundos

El candidato del PSOE mantiene su primera 'Twitterentrevista' en la que insinúa que seguirá pase lo que pase el 20-N

GUILLERMO RODRÍGUEZ

Decenas de preguntas en formato de tuit y apenas nueve segundos para responderlas. El candidato socialista a las elecciones generales del 20 de noviembre, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha mantenido este viernes un encuentro de 45 minutos con varios tuiteros. La limitación de los nueve segundos no era más que el intento por trasladar a la entrevista los 140 caracteres que equivalen a un tuit. El moderador de la cita, Antoni Gutiérrez-Rubí, asesor de comunicación y consultor político, apenas ha tenido que reprender a Rubalcaba por excederse en los tiempos.

Con todo, apenas diez minutos después de haberse iniciado el encuentro Rubalcaba se ha reconocido 'agotado' ante la presión de tener que responder tan brevemente a cuestiones que, a su juicio, obligan a introducir matices si quiere entenderse lo que se dice de una forma más certera.

Como principal novedad: elevará de 5 a 10 los años de prescripción de los delitos fiscales y prohibirá el pago en efectivo de las facturas por encima de 3.000 euros.

La primera pregunta, de la periodista Sonia Sánchez, pedía su opinión sobre la entrevista a la banda terrorista publicada este viernes por el diario Gara. El candidato socialista ha repetido lo que ya se ha convertido en una respuesta tipo: lo mejor que le ocurre a esta campaña electoral es que, por primera vez en la historia de la democracia, no se tiene la amenaza de ETA en el cogote.

La segunda cuestión, planteada por el columnista de publico Ignacio Escolar, hacia referencia a la claridad en las cuentas de la Casa Real. Rubalcaba ha sido contundente: 'todas las partidas se votan y aprueban en el Parlamento', ha subrayado con la intención de quitar cualquier atisbo de opacidad.

En los 45 minutos Rubalcaba ha ofrecido respuestas en formato píldora. Por ejemplo: no es aficionado a los toros, pero defiende que, a los que les guste, puedan acudir a una corrida. Su primer viaje en caso de ser elegido presidente sería a Marruecos, es partidario de revisar los gastos en Defensa y se siente incapaz de elegir entre José Luis Rodríguez Zapatero y Felipe Gonzalez porque seria como escoger entre 'papa y mama'. No está preocupado por el 'caso Campeón', que afecta a su compañero José Blanco, y ha defendido que en el PSOE 'todo imputado por corrupción es expulsado del partido'.

Sí ha aclarado que, por muy catastrófico que pueda llegar a ser el resultado electoral del PSOE el 20-N (asegura que el PSOE está 'recortando terreno' al PP en la recta final de la campaña), no presentará su dimisión, como hizo Joaquín Alminia cuando sucumbió ante José María Aznar. Entre otros motivos porque no es sectario general de los socialistas. Sobre sus intenciones de aspirar a ese cargo invitó a los tuiteros a preguntarle el 21 de noviembre, cuando ya hayan concluido los comicios. 'No dimitiré, como Almunia, si pierdo el 20-N. Yo soy candidato, no secretario general'.

Si gobierna no cambiará la ley del tabaco y sí modificará las SICAV. Pese a asegurar que España 'no esta vendida a la ferocidad de los mercados financieros', Rubalcaba sí ha defendido la adopción de reformas, siempre desde lo publico, para salir de la crisis. Una crisis más aguda que la que sufren otros países de la UE porque 'no se pinchó la burbuja inmobiliaria a tiempo'. Ni pasarse ni no llegar. Porque una de las inquietudes que también ha expresado el líder de los socialistas es que 'la construcción está parada'.

'La crisis tiene mil caras y hay que aplicar mil medidas continuamente'

Rubalcaba es consciente de que uno de los reproches que se le hacen con más frecuencia es la credibilidad. ¿Por qué todo lo que promete no lo hizo cuando estuvo en el Gobierno de Zapatero? Para responder ha superado, por una vez, los nueve segundos: 'Cada mes la UE ha aplicado medidas nuevas para la crisis; cada semana Sarkozy y Merkel se se reúnen para aplicar medidas nuevas'. 'La crisis tiene mil caras y hay que aplicar mil medidas continuamente'.

En materia de educación, el exvicepresidente del Gobierno y exministro del Interior ha descartado derogar el Plan Bolonia ('es un buen plan, es magnífico que haya un plan en todas las universidades de Europa que garantice la movilidad') y ha insistido en que las becas universitarias, aunque 'son muy caras', son un 'derecho' y un 'compromiso ineludible'.

En relación a la marcha de jóvenes cualificados a otros países, indicó que lo principal es asegurar contratos. Así, en caso de que se imponga finalmente a Rajoy, subvencionará el 30% del gasto de la Seguridad Social a las empresas que contraten a estos jóvenes.

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