El empresario José María Ruíz-Mateos no ha comparecido ante la juez María Pascual, del juzgado de instrucción número 3 de Palma, por 'una infección de orina' que ha podido acreditar con un certificado médico, según ha informado en un comunicado.

Es la segunda vez que el empresario no acude a la cita de la juez, ya que en julio evitó personarse en el juzgado alegando unos problemas médicos que la magistrada rechazó como ciertos. Por ello, Pascual le ha vuelto a emplazar para este mes advirtiéndole de que en caso de que no asista se ordenará su busca y captura 'y presentación en el juzgado'.

En su próxima comparecencia, Ruíz-Mateos tendrá que responder a las acusaciones de haber estafado 14 millones de euros en la venta de un hotel de Mallorca. La querella fue interpuesta por el hotelero Francisco Miralles, que vendió en 2006 a una empresa de Zoilo Pazos, sobrino de Ruiz-Mateos, el hotel Eurocalas por 24 millones de euros mediante un contrato en el que el empresario y sus hijos varones actuaron como avalistas.

Miralles asegura que los Ruiz-Mateos le deben 13.931.087 euros, más los intereses de demora, por el establecimiento turístico, sobre el que además pesa una hipoteca de 19 millones de euros.

Varios de sus hijos, así como su sobrino, ya declararon ante el juzgado palmesano y atribuyeron al patriarca de la familia la decisión de comprar el hotel y las posteriores gestiones en torno a él.

Ruiz-Mateos también estaba citado este jueves en los juzgados de Vía Alemania de Palma, concretamente en el de Instrucción 9, por otra querella relativa a una estafa muy similar sobre la venta de otro hotel por parte de la familia Radó. En ese juzgado ha presentado otro justificante de enfermedad, por lo que el juez Enrique Morell le ha citado de nuevo para el día 24 de este mes.

El juez Morell sí ha podido tomar declaración a los seis hijos varones del empresario, que han comparecido toda la mañana para dar explicaciones ante el juez y el fiscal Juan Carrau de esta supuesta estafa. A petición del fiscal, el magistrado ha decretado la prohibición de salir de España para los seis hijos, que tendrán que comparecer cada quince días en sede judicial.

En el caso se investiga la venta a plazos de un hotel a los Radó en el que los empresarios también constituyeron luego una hipoteca y, posteriormente, dejaron de pagar el dinero de la compra.

Desde que el 23 de febrero de 1983 el Gobierno decidiera expropiar Rumasa, Ruiz-Mateos ha rehusado presentarse ante la Justicia en varias ocasiones y ha convertido en un espectáculo muchas de sus comparecencias en los tribunales.

Huir disfrazado con peluca y bigote de la Audiencia Nacional, vestirse de 'Superman' o agredir a Miguel Boyer -el ministro de Economía que ordenó la expropiación de Rumasa- se cuentan entre los momentos más recordados en sus avatares judiciales.