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El Senado veta en Comisión los Presupuestos de 2011

Prospera la enmienda de totalidad del BNG con los votos de PP y CiU. El pleno de la Cámara discutirá las Cuentas en la semana del 13 de diciembre. El PSOE da por hecho que el proyecto de ley regresará al Congreso totalmente intacto

JUANMA ROMERO

Ya se contaba con ello. La Comisión de Presupuestos del Senado vetó hoy jueves los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2011, como adelantó hoy Público. Y también como se preveía, la enmienda de totalidad que prosperó fue la presentada por el Bloque Nacionalista Galego (BNG), que apoyaron tanto el PP como Convergència i Unió. En el momento en el que el veto se aprobó por mayoría absoluta de los miembros de la comisión (14 votos frente a los 12 de PSOE, Entesa y Mixto), se paralizó la votación. Ahora, será el pleno de la Cámara alta el que, el 13 de diciembre, debería levantar ese veto. Pero lo previsible es que no suceda, de modo que las Cuentas regresarían al Congreso para su ratificación definitiva sin que se haya dado el visto bueno a ninguna enmienda parcial. Si las previsiones se confirman, serían los cuartos de PGE en estas dos legislaturas de José Luis Rodríguez Zapatero en ser frenados por la Cámara Alta, después de los de 2005, 2008 y 2009.

Las razones aportadas por los grupos no se salieron de los parámetros conocidos. Para el senador del BNG, Xosé Manuel Pérez Bouza, las Cuentas de 2011 representan 'el ajuste duro' del Ejecutivo, tienen un 'nulo compromiso social', impedirán la recuperación económica y el cambio de modelo productivo, no introduce medidas de fiscalidad progresiva y no cumple con las inversiones prometidas a Galicia. Jordi Vilajoana, de CiU, esgrimió los argumentos contrarios, en este caso desde la perspectiva de la derecha: hay sólo un 'intento de austeridad' en vez de una racionalización del gasto más acusada, se recortan las inversiones de modo poco ordenado, no crean empleo y las previsiones manejadas por el Gobierno, además, 'transmiten una sensación de fracaso'. Hacen falta, agregó, 'medidas más rápidas, que se ejecuten con rapidez'. Sin embargo, el representante convergente dio muestras de una cierta relajación en el tono, ya que subrayó la necesidad de llegar a acuerdos 'entre todos'.

La mayor crítica salió de las filas del PP, en boca de Francisco Utrera. Los Presupuestos de 2011, recordó, son los de la 'resignación ante el paro', los de la 'subida demagógica de impuestos a la clase media', los de una 'austeridad más aparente que real', los más 'antisociales'. Y los que congelan las pensiones, un hecho que destacaron también los portavoces de BNG y CiU.

El PSOE no mostró sorpresa alguna. Ya conocía con antelación qué iba a suceder. La negociación con CiU había fracasado precisamente por las pensiones. Hoy, la senadora socialista Yolanda Vicente tuvo que apelar al grito que a diario sale desde el Gobierno: hay que aparcar los 'intereses electoralistas' y primar los de los ciudadanos, y en estos momentos de turbulencias financieras, España necesita 'generar confianza' en los mercados internacionales. Vicente recalcó que el Ejecutivo socialista está siguiendo al pie de la letra las recetas marcadas por la Unión Europea y que están aplicando todos los países de nuestro entorno, 'austeridad y reformas'. Tanto Vilajoana como Pérez Bouza sostuvieron que la Moncloa no puede pedir 'confianza' a los grupos, sí responsabilidad o no crear 'alarmismo', pero nada más.

La única ayuda que recibió el PSOE procedió del portavoz de Entesa, Ramón Aleu, y del navarro Javier Tuñón, del Mixto, quien se quejó de que al final el Senado, al aprobar año tras año el veto, se consolida como una 'Cámara de segunda categoría', al poder decir sólo sí o no a las Cuentas que llegan del Congreso.

En el debate sí emergió un elemento nuevo: el paquete de medidas anunciadas este miércoles por el presidente del Gobierno en la Cámara Baja. 'Hoy tendríamos una razón más para apoyar el veto', confesó Pérez Bouza. Para el PP, este 'plan B' es una muestra más de la 'política de vuelapluma, de cambiar de opinión de día en día' del Ejecutivo.

Acabada la discusión, se llegó a la votación, que se tuvo que suspender unos minutos porque se había ausentado de la Sala Clara Campoamor del Senado el representante del BNG. Cuando regresó, se sometió a escrutinio primero los dos vetos presentados por ERC e ICV-EUiA, al haber sido presentados por senadores de un grupo (el de la Entesa) a título individual. No prosperaron porque no los votaron ni CiU ni BNG. Tampoco habían sido defendidos, ya que ni republicanos ni ecosocialistas tienen asiento en la comisión. Después se votó el del BNG. Y ahí el freno sí que funcionó.

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