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Tímida respuesta de los ciudadanos contra la reforma de las pensiones

El mal tiempo y la celebración en día laborable merman la asistencia a las manifestaciones, que discurrieron sin incidentes

B. CARREÑO / G. AYUSO

Un anochecer plomizo, frío y amenazante de lluvia fue el marco poco afortunado que miles de ciudadanos tuvieron ayer para expresar su oposición a la propuesta del Gobierno de alargar hasta los 67 años la edad de jubilación. Los dos principales sindicatos, CCOO y UGT, convocaron de forma simultánea en Madrid, Catalunya, Comunidad Valenciana, Asturias y La Rioja movilizaciones para decir 'no' a la iniciativa del Gobierno. Durante esta semana, las protestas recorrerán el resto de capitales de provincia.

Las organizaciones convocantes llegaron a elevar a cerca de 200.000 personas los asistentes en las cinco comunidades autónomas pero otras estimaciones rebajaron sensiblemente el número de manifestantes. En la concentración de Madrid, los sindicatos calculan que se reunieron cerca de 70.000 personas, pero los datos suministrados por la empresa Lynce, que basa su cómputo en fotografías de alta resolución, reducen la cifra a 15.381 personas. Este cálculo de asistentes es menos de la mitad que el que la misma empresa realizó el pasado 12 de diciembre durante la concentración convocada por los sindicatos, también en Madrid, para protestar contra los empresarios. Fuentes sindicales admitieron en privado que la asistencia a la manifestación de Madrid había sido 'floja', y la achacaron al mal tiempo y a la celebración en día laborable.

Toxo advierte de que defenderán los derechos con 'uñas y dientes'

También hubo disparidad de cifras en la asistencia a la manifestación de Barcelona. Los organizadores estimaron 50.000 personas, y la Guardia Urbana calculó 10.000.

Los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, estuvieron contundentes en Madrid, en lo que era la primera protesta en la calle de las centrales sindicales contra el Gobierno socialista. 'Nos vamos a defender con uñas y dientes', advirtió Toxo, que recordó que las pensiones 'no son un regalo, son una conquista de los trabajadores' y tachó al Ejecutivo de 'incoherente'. Por su parte, Méndez recrimino al Gobierno que 'esto no es una propuesta, es una amenaza', y le instó a que 'si dice estar con la mayoría, que lo demuestre'. 'No se puede poner una vela a Dios y otra al diablo', advirtió.

Méndez cree que el Gobierno ha lanzado 'una amenaza'

El paisaje monocromático (rojo) de banderas de CCOO y UGT se rompía en ocasiones con pancartas de Izquierda Unida (allí estaban su coordinador, Cayo Lara, y el diputado Gaspar Llamazares), salpicadas aquí y allá por banderas republicanas. Los manifestantes, en su mayoría de edades entre los cuarenta y los sesenta años, corearon pocos lemas, que fueron sustituidos por las octavillas que repartían miembros de Attac e Izquierda Anticapitalista. Estos últimos fueron los únicos que reclamaron claramente por una huelga general. La petición de un paro general también tuvo eco en Barcelona, donde los manifestantes hicieron mucho ruido con cánticos como 'Corbacho, nos jubilaremos a los 65 con tu paga', 'PSOE y PP son unos charlatanes, vampiros y corruptos' y el consabido 'Manos arriba, esto es un atraco'.

Como antesala, y para caldear el ambiente, el presidente de la patronal catalana, Joan Rosell, abogó unas horas antes por calcular la pensión teniendo en cuenta toda la vida laboral y no sólo los últimos 15 años trabajados.

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