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Tres muertos y una joven en estado crítico al romperse una atracción

Las víctimas, todas de nacionalidad rumana, celebraban la llegada a España de la adolescente herida

Ó. LÓPEZ-FONSECA

A sus 16 años, Ionela Rus había viajado desde Rumanía junto a su madre hacía sólo una semana para pasar las vacaciones en España al lado de su padre y Vasili, su hermano mayor, ambos empleados en una explotación ganadera de Castilla-La Mancha. Era la primera vez que la adolescente salía de su país y por ello Vasili y varios de sus primos decidieron llevarla a la feria que por sus fiestas patronales celebraba desde el lunes la localidad toledana de Villacañas (11.000 habitantes).

La desgracia quiso que horas después la joven se debatiese entre la vida y la muerte en la UCI del Hospital Virgen de la Salud de la capital castellano manchega con una grave lesión cerebral, y que tres de sus acompañantes, los hermanos Ioan y Dan Andrei, de 31 y 23 años respectivamente, y Teodor Boian, de 21, resultaran muertos tras sufrir los cuatro un accidente en la atracción de feria en la que apuraban una noche de diversión.

La cestilla en la que iban los jóvenes salió despedida cinco metros

La tragedia se produjo sobre las cuatro de la madrugada en una instalación bautizada con el sugerente nombre de Extrem. La atracción, con cuatro brazos de las que colgaban sendas barquillas con capacidad para cuatro personas cada una, giraba entre luces y música atronadora, y se elevaba arrancando los gritos de sus ocupantes. Era la primera vez que llegaba al pueblo y había sido durante toda la jornada una de las más solicitadas, sobre todo por los jóvenes. Por ello, a esas horas, cuando gran parte de los otros puestos de la feria ya habían cerrado, aún permanecía abierta.

En el momento del siniestro, el ingenio aminoraba ya la marcha para frenar y daba sus últimos giros cuando, por causas que aún se desconocen, el brazo articulado del que colgaba la barquilla donde estaban las cuatro víctimas se desprendió y salió despedido a cinco metros de distancia. Sus ocupantes, sujetos por la barra de seguridad, quedaron atrapados al caer boca abajo muy cerca de la caseta donde se vendían las entradas. El brutal impacto deformó la estructura mecánica que sujetaba la atracción al suelo.

'Oí un fuerte ruido y cuando me giré vi la barquilla caída', recordaba Inma, una vecina de la localidad testigo del siniestro. 'Con la ayuda de tres chicos, le dimos la vuelta y rápidamente nos dimos cuenta que varios de los chavales estaban ya muertos. No se movían y tenían todos la cabeza destrozada por el golpe', rememoró la mujer. 'Sólo la chica, que estaba en uno de los asientos centrales, parecía querer levantarse', añadió.

«Los cuatro tenían la cabeza destrozada por el golpe», señala una testigo

La rápida intervención de los servicios sanitarios, que en esos momentos se encontraban atendiendo una intoxicación etílica en el misma feria, y de los agentes de la Policía Local, que cuidaban de la seguridad del recinto, permitió que por unos minutos uno de los tres varones recuperase sus constantes vitales, aunque poco después murió. Ionela, sin embargo, tuvo más suerte y pudo ser trasladada al hospital de la capital toledana, donde por la mañana fue sometida a una intervención quirúrgica de urgencia de más de tres horas por el grave traumatismo craneal y facial que presentaba, según confirmaron fuentes del centro sanitario. Al cierre de esta edición, su estado era crítico.

Agentes de la Guardia Civil tomaron declaración al responsable de la atracción al que pidieron la documentación de la misma, al que la manejaba en el momento del siniestro, al taquillero y al que acomodaba a los jóvenes en las barquillas, así como a varios testigos. 'Por el momento no hay nadie imputado', recalcaron fuentes del Instituto armado, que añadieron que 'ahora es el turno de los peritos, que serán los que dictaminen qué ha fallado en la atracción'. Mientras, el brazo roto mostraba a simple vista sólo ligeras deformaciones y un cable que sobresalía.

La atracción tenía la documentación en regla, según el alcalde de Villacañas

Los tres grupos del Ayuntamiento de la localidad (PSOE, PP e IU) consensuaron una declaración institucional de apoyo a las familias de las víctimas y decidieron suspender los actos programados para el martes en las fiestas. Su alcalde, Santiago García, aseguró tras el pleno que los dueños de la atracción habían presentado en el consistorio todos los permisos en regla visados por el Ministerio de Industria.

Sin embargo, varios de los testigos del siniestro indicaron a este diario que la atracción estuvo parte de la noche 'haciendo ruidos raros'. Arturo, un joven de la localidad que en el momento del accidente jugaba en una tómbola situada justo enfrente, denunciaba que 'la montaron en muy pocas horas y chirriaba cuando empezaba a funcionar'. Ana, una adolescente que media hora antes del accidente montó en ella, lo corroboraba: 'Pasé miedo porque no dejaba de hacer ruido. Incluso, la barra de seguridad de la barquilla en la que me senté estaba arreglada con cinta adhesiva negra'.

Mientras, el hermano y los padres de la única superviviente esperaban durante la tarde en la UCI del hospital alguna noticia sobre la evolución de Ionela: 'Yo estaba también en la atracción, sentado en una barquilla justo enfrente. Ellos pidieron a unos chicos que se sentasen en otra para poder ir juntos', recordaba su hermano.

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