La crisis de Grecia y la inestabilidad del euro acabaron por convencer a los líderes europeos de que una de las prioridades de la presidencia española de la Unión Europea no sólo era imprescindible, sino además urgente.

Los 27 decidieron el jueves endurecer las sanciones contra los países infractores de las reglas de deuda y déficit y revisar las líneas maestras de sus presupuestos antes de su tramitación en los parlamentos nacionales. Las dos ideas, que vendrán acompañadas del fortalecimiento de la supervisión financiera a nivel europeo, eran parte de la apuesta de España por un 'gobierno económico europeo'.

Se revisarán los presupuestos y habrá más control financiero

En palabras de un alto funcionario español, el paso es 'revolucionario, porque hace seis meses muchos rechazaban siquiera plantear estos debates, que hoy están aceptados'. Es una referencia clara a Alemania, que rechaza someter su hegemonía económica al control comunitario, o al Reino Unido, contrario a cualquier transferencia de poder a Bruselas.

La idea de un Gobierno económico pretende arropar la desnudez del euro, una moneda común basada en el principio de confianza mutua. 'En una ciudad puedes tener reglas contra los incendios y protocolos en cada edificio', relata a Público Paul De Grauwe, doctor en Economía y profesor en la Universidad de Lovaina (Bélgica). '¿Qué pasa si esas normas fallan, o alguien las incumple? Necesitas un cuerpo de bomberos', explica, incidiendo en que 'el euro, o se dota de una unión en política económica, o no durará'.

Alemania y Reino Unido eran contrarios a la supervisión

Esa ha sido una de las principales prioridades de Zapatero, apoyado por Francia. 'Es un paso fundamental', aseguró el presidente del Gobierno el jueves en Bruselas. 'Hemos consolidado la reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento para garantizar la estabilidad fiscal y promover confianza en el futuro de la economía europea', resaltó Zapatero, que además arrancó a los líderes el compromiso de luchar contra los rumores de mercado con transparencia, publicando los resultados de los exámenes a los bancos más importantes de Europa.

Por otra parte, la UE aprobó la agenda de objetivos económicos y sociales para 2020, que incluye la reducción del paro, de la pobreza, la inversión en educación e I+D con metas concretas. El Gobierno espera que, con este nuevo porvenir, se cumplan los desafíos que Europa no supo asumir hace exactamente una década, cuando se pactó la Agenda de Lisboa, incumplida en su mayor parte.